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El ‘desempeño brillante’ de Vance ayuda a los republicanos a reclamar la victoria en el debate
Visión General
Con solo cinco semanas restantes hasta el Día de las Elecciones, los candidatos Tim Walz, del Partido Demócrata, y JD Vance, del Partido Republicano, mantuvieron sus puntos de vista durante el debate vice-presidencial del martes por la noche. El debate, que tuvo lugar en Nueva York, se centró en temas de política, donde los candidatos discutieron sobre inmigración, economía, derechos de armas y aborto. Ante la pregunta sobre el creciente conflicto en Medio Oriente, Walz prometió una “liderazgo constante” junto a Kamala Harris como su compañera de fórmula. Por su parte, Vance se comprometió a traer “paz a través de la fortaleza” si los votantes optan por Donald Trump.
Una diferencia notable entre los dos fue su nivel de comodidad en el escenario. Van Jones, colaborador de CNN, comentó que el debate representaba “la mesa de la cocina contra la Ivy League”. Muchas fuentes elogiaron a Vance, senador por Ohio, por su aplomo y dominio de los temas. USA Today observó que su desempeño fue lo que su compañero de fórmula, Donald Trump, no logró en su debate con Harris hace tres semanas: evitar “tropiezos verbales” y “exabruptos”.
En contraste, Walz, gobernador de Minnesota, parecía nervioso en ciertos momentos. El Dr. Ben Voth, director de debate en la Universidad Metodista del Sur, afirmó que Walz lucía confundido y atrapado en el primer cuestionamiento, expresando que le faltaba claridad sobre si Israel debería considerar un ataque preventivo.
Importancia de la Presentación
No siempre se trata de quién entrega el mensaje, sino de cómo se presenta. La confianza y la manera de exponer son cruciales. Durante el debate, se evidenció la disparidad en la entrega de los dos candidatos. Vance adoptó un enfoque “pulido”, desarrollado durante su tiempo en la Facultad de Derecho de Yale, mientras que Walz había manifestado su inquietud respecto a participar, refiriéndose a sí mismo como un “mal debatidor”.
La percepción de inseguridad de Walz fue palpable, particularmente al inicio del debate. Jen Psaki, exsecretaria de prensa del presidente Joe Biden, consideró que la actuación de Walz careció de “la magia y la espontaneidad orgánica” que él normalmente ofrece. Por el contrario, Vance trató de ofrecer un tono más moderado que la versión agresiva y confrontativa de Trump.
A diferencia de Trump, Vance pronunció correctamente el nombre de Harris y se dirigió a su oponente de manera respetuosa, evitando quejarse de los moderadores, algo que Trump había hecho anteriormente. También optó por no entrar en los detalles de la biografía de Walz, manteniendo así un enfoque más estratégico.
Ambos candidatos tuvieron sus momentos destacados y desfavorables. A pesar de su sólida presentación, Vance fue criticado por evadir preguntas relacionadas con afirmaciones infundadas de Trump sobre las elecciones de 2020 y la insurrección del 6 de enero. Cuando Walz le preguntó sobre la legitimidad de la derrota de Trump, Vance optó por desviar su respuesta al decir: “Tim, estoy enfocado en el futuro”, lo que Walz calificó como una “respuesta condenatoria”.
Este enfoque tímido y la falta de confianza de Walz afectaron su imagen ante algunos votantes potenciales. Una encuesta realizada antes del debate reveló que el 54% de los espectadores de CNN creían que Walz superaría a Vance. Sin embargo, tras la discusión, el 51% consideró que Vance había hecho un mejor trabajo, con solo el 49% apoyando a Walz.
Implicaciones en la Elección
No está claro cuánto impacto puede tener un debate vice-presidencial en el resultado de una elección. A la mañana siguiente del debate, el New York Times informó que la encuesta Harris-Walz se encontraba adelante por 3 puntos, ligeramente superior a su desempeño en la encuesta del 17 de septiembre.
Ambos equipos de campaña necesitan mantener su impulso. El Día de las Elecciones será el martes 5 de noviembre.