La Cámara de Representantes de Uruguay votó este miércoles a favor de legalizar la eutanasia. Con esta decisión, el país se suma a Cuba, Colombia y Ecuador en un cambio social importante dentro de una región mayoritariamente católica.
La propuesta para despenalizar la muerte asistida fue aprobada por 64 votos de un total de 99. La sesión estuvo marcada por un emotivo debate nocturno. El proyecto pasa ahora al Senado, que podría darle luz verde antes de fin de año.
Condiciones y cambios en el proyecto
La ley permitirá que adultos mentalmente competentes y con enfermedades terminales o incurables soliciten la eutanasia. Un cambio clave respecto al texto original de 2022 establece que, si los dos médicos no coinciden, una junta médica deberá intervenir.
El legislador Luis Gallo, del Frente Amplio, abrió la sesión recordando a pacientes fallecidos que inspiraron la propuesta. “La solicitud es estrictamente personal. Respeta la voluntad libre e individual del paciente. Es su vida, su sufrimiento y su decisión de no seguir viviendo”, afirmó.
Apoyo social y antecedentes
Encuestas de opinión muestran un respaldo amplio a la eutanasia. El presidente Yamandú Orsi y gran parte de la sociedad han expresado su apoyo. Uruguay ya fue pionero en la región al legalizar el matrimonio igualitario, el aborto y el uso de cannabis.
El debate sobre el derecho a morir con dignidad tomó fuerza en 2019. Ese año, Fernando Sureda, expresidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, fue diagnosticado con una enfermedad degenerativa. Desde entonces se convirtió en un defensor público de la causa.
Con esta votación, Uruguay se une a países como Canadá, España y Nueva Zelanda que ya aprobaron la muerte asistida. El Reino Unido también estudia su legalización.