El fiscal general de Brasil presentó este martes una acusación formal contra el expresidente Jair Bolsonaro, señalándolo por intentar llevar a cabo un golpe de Estado para permanecer en el poder tras su derrota en las elecciones de 2022. Según la denuncia, el plan incluía una conspiración para envenenar al actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva y asesinar al juez del Supremo Tribunal Federal Alexandre de Moraes.
El fiscal general Paulo Gonet sostiene que Bolsonaro y otras 33 personas participaron en una trama para impedir la transición de poder. En su denuncia de 272 páginas, Gonet afirma que los conspiradores diseñaron un plan denominado “Puñal Verde y Amarillo” dentro del Palacio Presidencial.
“Los miembros de la organización criminal estructuraron un plan para atacar a las instituciones, con el objetivo de desmantelar el sistema de poderes y el orden democrático”, escribió Gonet. “El plan fue concebido y presentado al presidente, quien lo aprobó”.
Defensa de bolsonaro
El equipo de defensa de Bolsonaro calificó la acusación como “indignante”, afirmando en un comunicado que “el expresidente nunca estuvo de acuerdo con ningún movimiento dirigido a desmantelar el Estado democrático de derecho o las instituciones que lo sostienen”.
Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente y actual senador, declaró en la plataforma X que la acusación carece de pruebas y que la Fiscalía General está actuando en favor de los “intereses nefastos de Lula”.
En noviembre, la Policía Federal de Brasil presentó un informe de 884 páginas al fiscal general detallando el esquema del golpe. Según el documento, la conspiración incluyó una estrategia para desacreditar el sistema electoral, la redacción de un decreto para justificar legalmente la toma del poder, presión sobre las Fuerzas Armadas para que apoyaran el plan y el incentivo a disturbios en la capital.
Gonet describió los supuestos delitos como parte de una serie de eventos organizados con el objetivo de mantener a Bolsonaro en el poder “en contra del resultado expresado por la voluntad popular en las urnas”.
El Tribunal Supremo analizará las acusaciones y, si son aceptadas, Bolsonaro enfrentará juicio.
Posibles penas de prisión
Además de intento de golpe de Estado, los 34 acusados enfrentan cargos por participación en organización criminal armada, intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho, daños al patrimonio estatal con violencia y amenazas graves, y deterioro de bienes protegidos, según la Fiscalía General.
Gonet afirmó que la organización criminal estaba liderada por Bolsonaro y su entonces vicepresidente, el general Braga Netto.
“Ambos aceptaron, promovieron y ejecutaron actos tipificados en la legislación penal como ataques contra la existencia e independencia de los poderes y contra el Estado democrático de derecho”, escribió el fiscal.
Las penas varían según los delitos. Si Bolsonaro es condenado por intento de golpe y abolición violenta del Estado democrático de derecho, podría enfrentar hasta 20 años de prisión, según el código penal brasileño.
Impacto político
Las acusaciones se basan en documentos manuscritos, archivos digitales, hojas de cálculo y mensajes intercambiados entre los involucrados, según la Fiscalía General.
El abogado penalista y profesor de la universidad IDP en Brasilia, Luis Henrique Machado, calificó la denuncia como “histórica” y espera que el Tribunal Supremo la acepte, llevando a Bolsonaro a juicio antes de finales del próximo año.
“Las acusaciones demuestran que las instituciones de Brasil son sólidas, independientes y ágiles”, afirmó Machado. “Son un modelo para otros países donde la democracia está en riesgo”.
Bolsonaro está actualmente inhabilitado para postularse en las elecciones de 2026, tras un fallo del Tribunal Superior Electoral que determinó que abusó de su poder y sembró dudas infundadas sobre el sistema de votación electrónica del país.
Con las nuevas acusaciones, Bolsonaro intentará “presentarse como una víctima”, afirmó Carlos Melo, profesor de ciencias políticas en la Universidad Insper de São Paulo.
“Las encuestas muestran que aún podría ser un candidato competitivo en 2026 contra Lula, una de ellas fue publicada hoy”, dijo Melo. “Habrá mucho ruido político, pero eventualmente se disipará”.