Congreso de El Salvador elimina financiamiento público de campañas electorales

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By Isabel Gutierrez

El Congreso de El Salvador aprobó el miércoles la eliminación del financiamiento público de las campañas electorales, cumpliendo así una de las promesas del presidente Nayib Bukele. La reforma constitucional fue impulsada mediante un proceso recientemente simplificado, que permite cambios con la aprobación de tres cuartas partes del Legislativo.

La medida fue aprobada con 58 votos a favor en el Congreso de 60 escaños, respaldada mayormente por la mayoría absoluta de aliados de Bukele. Ahora, la legislación pasará a manos del presidente para su firma.

“Los partidos políticos pueden financiarse como lo hicimos en 2019”, escribió Bukele en X. “¿Difícil? Sí, fue difícil. Pero ¿no era mejor así?”.

Hasta ahora, los partidos políticos recibían fondos del gobierno en función del número de votos obtenidos en las elecciones, aunque si no alcanzaban las expectativas, debían devolver el dinero adelantado.

Reforma exprés y consolidación del poder

El mes pasado, el Congreso salvadoreño modificó el proceso de reforma constitucional. Antes, cualquier cambio debía ser aprobado en una legislatura y luego ratificado en el Congreso siguiente, después de las elecciones. Ahora, basta con la aprobación de tres cuartas partes del Legislativo en una sola legislatura.

El partido Nuevas Ideas de Bukele cuenta con 54 escaños y sus aliados con tres más en la Asamblea Legislativa unicameral, lo que le permitió aprobar la medida con facilidad.

El éxito electoral del partido de Bukele ha reducido drásticamente la participación de los partidos opositores que gobernaron El Salvador durante décadas antes de que él asumiera su primer mandato en 2019.

Riesgos para el pluralismo político

Para algunos analistas y organizaciones de la sociedad civil, la eliminación del financiamiento público de campañas profundiza la consolidación de un sistema dominado por un solo partido.

“La eliminación del financiamiento público es otra medida para consolidar un sistema de partido hegemónico o dominante”, afirmó Eduardo Escobar, de la organización Acción Ciudadana. “La reforma afectará el pluralismo político, ya que la mayoría de los partidos no podrán financiar sus actividades ni sus campañas electorales, reduciendo así sus posibilidades de éxito en las elecciones”.

Con esta reforma, El Salvador entra en una nueva fase en la que las reglas de la competencia electoral cambian significativamente, favoreciendo a quienes logren atraer financiamiento privado y limitando las opciones para las fuerzas políticas emergentes y opositoras.

Este artículo se basa en la cobertura original de AP News