Casi 300 deportados de EE. UU. retenidos en un hotel de Panamá mientras las autoridades intentan devolverlos a sus países

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By Isabel Gutierrez

Panamá está reteniendo en un hotel a casi 300 personas de varios países que fueron deportadas bajo la administración del presidente de EE. UU., Donald Trump. A los migrantes no se les permite salir del hotel mientras las autoridades internacionales intentan coordinar su retorno a sus países de origen.

Según las autoridades panameñas, más del 40% de los migrantes se niegan a regresar voluntariamente a su país. Algunos de los deportados han mostrado mensajes a través de las ventanas del hotel con frases como “Ayuda” y “No estamos seguros en nuestro país”.

Los migrantes provienen de 10 países, en su mayoría asiáticos, entre ellos Irán, India, Nepal, Sri Lanka, Pakistán, Afganistán y China. Dado que EE. UU. enfrenta dificultades para deportar directamente a algunas de estas naciones, Panamá está siendo utilizado como punto de tránsito. Costa Rica también esperaba recibir este miércoles un vuelo con deportados de terceros países.

Acuerdo entre Panamá y EE. UU.

El ministro de Seguridad de Panamá, Frank Abrego, afirmó este martes que los migrantes están recibiendo atención médica y alimentos como parte de un acuerdo de migración entre Panamá y EE. UU.

Según este convenio, el gobierno panameño acepta servir como un “puente” o país de tránsito para los deportados, mientras que EE. UU. cubre todos los costos de la operación. El acuerdo fue anunciado a principios de mes tras la visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio.

Preocupaciones por la situación de los deportados

El presidente panameño, José Raúl Mulino, quien enfrenta presión política debido a las amenazas de Trump de retomar el control del Canal de Panamá, anunció la llegada del primer vuelo de deportados el pasado jueves.

La situación de los migrantes ha generado preocupación en Panamá, especialmente después de que circularan imágenes de deportados asomándose por las ventanas de las habitaciones en los pisos altos del hotel y mostrando notas pidiendo ayuda.

Abrego negó que los extranjeros estén detenidos, aunque reconoció que no pueden salir de sus habitaciones, las cuales están bajo vigilancia policial.

Según el ministro, 171 de los 299 deportados han accedido a regresar voluntariamente a sus respectivos países con la asistencia de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Los organismos internacionales están en conversaciones con los otros 128 migrantes para intentar encontrar una solución en terceros países. Abrego también informó que una ciudadana irlandesa deportada ya regresó a su país.

Retención en la provincia del Darién

Aquellos que se nieguen a regresar a sus países de origen serán trasladados temporalmente a una instalación en la remota provincia del Darién, una zona que en los últimos años ha sido una de las principales rutas de migración irregular hacia el norte.

Se espera que la Defensoría del Pueblo de Panamá brinde más detalles sobre la situación de los deportados en el transcurso del día.