Las autoridades de Indonesia detuvieron a una mujer argentina y a un hombre británico por presunto tráfico de cocaína en la isla turística de Bali. La operación fue realizada por la Agencia Nacional de Narcóticos, según informaron este jueves fuentes oficiales.
El arresto ocurrió el martes en el aeropuerto internacional de Ngurah Rai. La mujer había llegado desde Dubái con 324 gramos de cocaína escondidos en su equipaje. La policía actuó gracias a una alerta de inteligencia.
Durante el interrogatorio, la sospechosa confesó que había recibido la droga en México. Además, reveló que debía entregarla en Bali a un ciudadano británico. A cambio, le prometieron un pago de 3.000 dólares.
Ese mismo día, los agentes arrestaron al británico en una casa de huéspedes. Estaba en el distrito de Badung, una zona muy frecuentada por turistas. Según las autoridades, el hombre sería un distribuidor de bajo nivel dentro de una red más amplia.
El jefe de la agencia en Bali, Rudy Ahmad Sudrajat, explicó que la investigación continúa. Según dijo, el objetivo es desmantelar la red internacional que opera en la isla. También advirtió que estas organizaciones apuntan principalmente a turistas extranjeros.
Indonesia tiene una de las leyes antidrogas más estrictas del mundo. Las penas por tráfico pueden incluir la cadena perpetua o incluso la ejecución. En muchos casos, los condenados son fusilados.
Según datos del Ministerio de Inmigración y Correcciones, más de 500 personas están en el corredor de la muerte. Entre ellas, hay 96 extranjeros. La última ejecución se llevó a cabo en 2016.
A pesar de estas sanciones, el país sigue siendo un punto clave para el narcotráfico internacional. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito indica que los carteles buscan aprovechar la juventud de la población y el flujo constante de turistas.