La muerte de una niña de 14 años durante una cirugía estética conmociona a México

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By Isabel Gutierrez

El caso de Paloma Nicole Arellano Escobedo, una adolescente de 14 años que murió tras someterse a una cirugía estética en el estado de Durango, ha causado indignación en todo México. La tragedia reabrió el debate sobre las operaciones cosméticas en menores de edad y llevó a la detención de su madre y del médico que realizó el procedimiento.

Una cirugía que terminó en tragedia

Paloma fue operada el 20 de septiembre en una clínica privada. El procedimiento, autorizado solo por su madre, incluía implantes mamarios y transferencia de grasa a los glúteos. El cirujano, Víctor Manuel Rosales, era además pareja sentimental de la madre.

Tras varios días en cuidados intensivos, los médicos declararon la muerte cerebral de la joven. Su padre, Carlos Arellano, denunció que nunca autorizó la operación. “Quiero que los responsables paguen por lo que le hicieron a mi hija. No solo acabaron con su vida, también con sus sueños”, dijo en una entrevista con el cirujano Jorge Arroyo, quien dio a conocer el caso públicamente.

Las autoridades confirmaron que Rosales y la madre, Paloma Escobedo, fueron formalmente acusados. Ella enfrenta cargos por negligencia y usurpación de funciones médicas, mientras que él fue imputado por práctica indebida y falsificación de documentos al firmar como tutor legal de la menor. Ninguno de los dos ha hecho declaraciones públicas.

Según la fiscalía de Durango, el test de COVID-19 que justificó el supuesto aislamiento de la adolescente fue falsificado. La madre habría utilizado un resultado antiguo para encubrir la cirugía. El padre descubrió la verdad al notar que el cuerpo de su hija tenía implantes y un sostén quirúrgico. “Me dijeron que estaba grave por una inflamación cerebral, pero todo era mentira”, relató.

Falta de regulación y vacío legal

El caso dejó en evidencia la falta de regulación sobre cirugías estéticas en menores de edad en México. Actualmente no existe una edad mínima ni una ley que impida que familiares directos realicen estos procedimientos.

El cirujano plástico Mauro Armenta, especialista en microcirugía reconstructiva, señaló que las operaciones en adolescentes deben evitarse. “Durante la adolescencia, el desarrollo emocional y psicológico aún no está completo. La personalidad cambia constantemente”, explicó.

Sin embargo, aclaró que las cirugías reconstructivas por razones médicas son necesarias, especialmente en casos de malformaciones o lesiones. “El problema surge cuando las operaciones se hacen solo por motivos estéticos”, añadió.

Ante la conmoción pública, legisladores federales y estatales presentaron la propuesta de la llamada Ley Nicole, que busca prohibir cirugías puramente estéticas en menores y reforzar los controles clínicos en intervenciones reconstructivas. “La infancia no se negocia”, afirmó la senadora Gina Campuzano González, autora del proyecto.

Justicia, duelo y reflexión

El padre de Paloma organizó marchas en Durango exigiendo justicia. El caso llegó hasta la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien aseguró que el gobierno dará seguimiento a las investigaciones.

Mientras tanto, la fiscal general de Durango, Sonia Yadira de la Garza, declaró que el proceso avanza con rigor y transparencia. Los especialistas esperan que esta tragedia impulse nuevas normas que protejan a los menores y obliguen a los profesionales de la salud a actuar con mayor responsabilidad.

Paloma, según su padre, “era una niña feliz, deportista y llena de vida”. Practicaba vóleibol y soñaba con conocer Europa. “Todo estaba listo para sus 15 años”, recordó entre lágrimas.

La historia de esta adolescente ha encendido las alarmas sobre una práctica poco controlada y un sistema que permitió que una vida se apagara antes de tiempo.