La Generación Z de Perú se levanta contra Boluarte: protestas por pensiones y corrupción

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By Isabel Gutierrez

Miles de jóvenes peruanos volvieron a salir a las calles este sábado para protestar contra la presidenta Dina Boluarte y el Congreso. La movilización ocurre una semana después de choques en Lima que dejaron heridos a policías, manifestantes y periodistas.

Las marchas comenzaron el 20 de septiembre, tras la aprobación de una reforma del sistema de pensiones que obliga a todos los mayores de 18 años a registrarse en un fondo privado. La medida generó temor de que millones de peruanos queden sin recursos para la jubilación. Sin embargo, la indignación va más allá: corrupción, inseguridad económica, aumento del crimen y la impunidad por decenas de muertes ocurridas desde que Boluarte asumió el poder en 2022 alimentan la crisis política.

Una presidenta con apoyo mínimo

Según el Instituto de Estudios Peruanos, la aprobación de Boluarte cayó a apenas 2,5%, mientras que el Congreso registra un 3%. Para la politóloga Jo-Marie Burt, de la Universidad de Princeton, el país vive un “descontento latente” desde hace años, agravado por el deterioro institucional y los intentos del Ejecutivo por debilitar a los tribunales y organismos de control.

Las protestas también golpean a sectores clave de la economía. Hudbay Minerals, una de las mineras que operan en el país, anunció el cierre temporal de su planta en medio de la tensión. Perú es el tercer mayor productor mundial de cobre y uno de los principales de oro y plata.

El símbolo de una generación

La llamada Generación Z representa el 27% de la población peruana. En las calles, muchos jóvenes marchan con un símbolo tomado del manga japonés One Piece: una calavera con sombrero de paja, emblema del personaje Luffy.

“Él viaja liberando a los pueblos de gobernantes corruptos y tiránicos. Eso refleja lo que vivimos en Perú”, dijo Leonardo Muñoz, uno de los manifestantes en Lima.

Otros, como Santiago Zapata, insisten en que se acabó la resignación: “Estamos cansados de que la corrupción y la muerte se normalicen. Mi generación protesta porque ya no aceptamos el miedo. El gobierno debería temernos a nosotros”.

Democracia en riesgo

Los analistas ven paralelos con los años noventa, cuando el régimen de Alberto Fujimori capturó el sistema judicial para consolidar el control autoritario. Aunque el escenario actual es distinto, Burt advierte que el futuro dependerá de la capacidad de las protestas de sostenerse en el tiempo: “Las fuerzas democráticas, incluso bajo sistemas autoritarios, pueden actuar y sorprender con resultados positivos. La ópera no ha terminado todavía”.