El asesinato del senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay provocó una ola de reacciones nacionales e internacionales. Fue baleado en junio durante un acto de campaña en Bogotá y murió el lunes a los 39 años, tras dos meses en estado crítico.
Condenas y llamados a la unidad
El presidente Gustavo Petro envió sus condolencias a la familia. Afirmó que la investigación será profunda y con apoyo internacional. “Cada vez que matan a un colombiano, es una derrota para el país y para la vida”, dijo.
La vicepresidenta Francia Márquez calificó la jornada como “un día triste”. Pidió que la democracia se construya con respeto y diálogo, no con balas. También instó a la ciudadanía a unirse para rechazar la violencia.
Desde Estados Unidos, el secretario de Estado Marco Rubio expresó pesar y solidaridad. Exigió justicia para quienes ordenaron y ejecutaron el crimen.
El alcalde de Bogotá, Carlos Galán, recordó que Uribe dedicó su vida a buscar la paz. Dijo que su asesinato debe ser “un punto de quiebre” para el país.
El expresidente Álvaro Uribe Vélez lamentó la pérdida y afirmó: “El mal destruye todo; mataron la esperanza”.
Iván Duque, también expresidente, señaló que el mejor homenaje es preservar su legado con unidad y patriotismo.
Juan Manuel Santos condenó el “atroz ataque” y pidió reconciliación, moderación y respeto por la vida.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, prometió que las instituciones identificarán y procesarán a todos los responsables. Aseguró que no permitirán que los violentos silencien voces políticas necesarias para la democracia.
Repercusiones internacionales
El opositor venezolano Edmundo González lamentó que la violencia política siga cobrando vidas. Advirtió que el autoritarismo avanza cuando deberían primar las libertades.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, dijo que “cuando las balas prevalecen sobre los votos, sufre la gente y sufre la democracia”.
Santiago Peña, presidente de Paraguay, llamó a redoblar esfuerzos contra el crimen en todo el continente.
José Raúl Mulino, presidente de Panamá, manifestó “profunda tristeza” por la muerte de Uribe. Recordó las conversaciones que mantuvieron sobre el futuro de la región.