El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció medidas controvertidas que afectan tanto a socios comerciales como a migrantes que esperaban en la frontera del país. La nueva política incluye aranceles del 25% sobre productos importados de México y Canadá, además de la cancelación de entrevistas de asilo para miles de migrantes, intensificando tensiones económicas y humanitarias.
Trump afirmó que, a partir del 1 de febrero, se aplicarán aranceles del 25% sobre productos de México y Canadá como parte de su política comercial “América Primero”. La decisión, que marca una ruptura en las relaciones comerciales de América del Norte, podría aumentar los precios para los consumidores estadounidenses y provocar represalias de los socios comerciales, que juntos representan el 30% de las importaciones de los Estados Unidos.
La orden ejecutiva firmada por el presidente también prevé revisiones del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA) y análisis de los déficits comerciales del país. Economistas advierten que los aranceles podrían desencadenar una nueva crisis comercial global, además de presionar la inflación doméstica.
Crisis humanitaria en la frontera
Mientras tanto, en la frontera con México, miles de migrantes enfrentan la cancelación de entrevistas de asilo después de que el gobierno de Trump desactivara la aplicación CBP One. La decisión dejó a personas como Nidia Montenegro, de 52 años, sin alternativas para entrar legalmente a los Estados Unidos. Huyendo de la violencia en Venezuela, Montenegro llegó a la frontera con la esperanza de reunirse con su hijo en Nueva York, pero vio frustrado su sueño.
Migrantes en varias regiones de la frontera, como Ciudad Juárez y Piedras Negras, también enfrentaron rechazos y cancelaciones. Muchos relatan desesperación mientras intentan entender cómo proceder ante la nueva política.
Las políticas de Trump
Estas acciones reflejan una estrategia más estricta de Trump en su segundo mandato, centrada en limitar la inmigración y reforzar la economía nacional a través de medidas proteccionistas. Sin embargo, los críticos señalan los impactos negativos de estas decisiones, que podrían perjudicar tanto a los consumidores estadounidenses como a miles de familias que buscan refugio en los Estados Unidos.
Con políticas que afectan la economía y cuestiones humanitarias, el gobierno de Trump refuerza su postura de endurecimiento en las relaciones exteriores y en la gestión fronteriza, dejando un rastro de incertidumbre y divisiones dentro y fuera del país.