Trump deporta venezolanos a prisión en El Salvador en operación secreta

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By Isabel Gutierrez

En menos de 24 horas y sin previo aviso, más de 130 migrantes venezolanos fueron trasladados desde centros de detención en Estados Unidos a una prisión de máxima seguridad en El Salvador. La medida fue ejecutada por orden directa del expresidente Donald Trump, amparado en una ley del siglo XVIII, y generó una ola de críticas por incluir también a hombres sin antecedentes ni vínculos con pandillas.

La tarde del 14 de marzo, en un discurso que mezclaba promesas sobre economía y denuncias contra sus opositores, Donald Trump sorprendió al anunciar que “cientos de miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua” habían sido detenidos y expulsados del país.

Horas después, comenzaban a circular reportes sobre vuelos fletados rumbo a El Salvador.

La decisión se respaldó en la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una norma casi olvidada que permite la deportación de ciudadanos extranjeros en tiempos de guerra. Aunque no hay guerra declarada, la administración Trump argumentou que las bandas criminales latinoamericanas representan una amenaza comparable. Entre los deportados, sin embargo, hay quienes aseguran no tener vínculos con pandillas y portaban simples tatuajes relacionados con su vida personal.

Uno de ellos es Andry José Hernández Romero, un maquillador venezolano que llegó legalmente a EE. UU. tras huir de represalias en su país. Fue detido tras ser interrogado sobre dos coronas tatuadas en sus muñecas, símbolos que, según su abogado, hacían referencia a festividades navideñas y certámenes de belleza. Sin condena alguna, fue deportado y agora está encarcelado en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), en Tecoluca.

A pesar de uma orden judicial emitida para suspender as deportações, dois aviões do ICE já haviam decolado com destino à América Central. Ambos pousaram em Honduras antes de seguir para El Salvador, desobedecendo a decisão do juiz James Boasberg, que exigia o retorno imediato das aeronaves.

A resposta do presidente salvadorenho Nayib Bukele foi direta. Ao compartilhar uma manchete sobre a ordem judicial, escreveu em rede social:

“Oopsie… Demasiado tarde, acompanhado de um emoji irônico.

Agora, a equipe de Trump tenta obter autorização da Suprema Corte para retomar as deportações com base na mesma lei. Enquanto isso, dezenas de imigrantes seguem detidos em condições extremas, muitos alegando inocência.