Trump afirma que el espacio aéreo venezolano debe considerarse “cerrado”; gobierno de Maduro denuncia “amenaza colonial”

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By Isabel Gutierrez

El presidente estadounidense Donald Trump declaró este sábado que el espacio aéreo “por encima y alrededor” de Venezuela debe considerarse “cerrado en su totalidad”, un mensaje que intensificó la incertidumbre sobre la presión ejercida por Washington contra el gobierno de Nicolás Maduro. Caracas respondió de inmediato, calificando el anuncio como una “amenaza colonial” y un intento de socavar la soberanía del país.

La Casa Blanca no aclaró si la publicación en Truth Social marcaba una nueva directriz oficial o si era parte de la campaña de presión que, desde septiembre, incluye bombardeos a embarcaciones acusadas de traficar drogas en el Caribe y el Pacífico, además de un fuerte despliegue naval estadounidense en la región. Más de 80 personas han muerto en esas operaciones.

Trump dirigió el llamado a un supuesto bloqueo aéreo a “aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas”, sin mencionar directamente a Maduro.

Respuesta de Caracas

El gobierno venezolano expresó que “rechaza de manera categórica” las declaraciones y afirmó que representan un acto “hostil, unilateral y arbitrario”. Según la cancillería, el mensaje de Trump busca afectar la “integridad territorial, la seguridad aeronáutica y la plena soberanía” del país.

Caracas también señaló que autoridades migratorias de Estados Unidos suspendieron de manera unilateral los vuelos de deportación de venezolanos, que hasta ahora habían trasladado a más de 13.000 personas en el marco de acuerdos bilaterales.

La tensión coincide con la reciente decisión de aerolíneas internacionales de cancelar vuelos hacia Venezuela, después de que la Administración Federal de Aviación (FAA) advirtiera sobre los riesgos de operar en un espacio aéreo marcado por el aumento de actividad militar. La agencia insistió en que la situación podría afectar vuelos en todas las altitudes, incluidas fases de aterrizaje y despegue.

Presión militar en aumento

Washington ha reforzado su presencia militar en la zona. Bombarderos supersónicos B-1 han sobrevolado áreas cercanas a Venezuela y el portaaviones USS Gerald R. Ford —el más avanzado de la Marina estadounidense— encabeza la operación “Southern Spear”, que reúne casi una docena de buques y unos 12.000 marineros y marines.

Paralelamente, aumentan las preocupaciones en el Congreso de EE. UU. sobre las operaciones militares. Los líderes del Comité de Servicios Armados del Senado, tanto republicanos como demócratas, anunciaron una revisión detallada tras denuncias de que un ataque del 2 de septiembre se ejecutó con una orden verbal para eliminar a todos los ocupantes de una embarcación sospechosa.

Entre tanto, Trump ha alternado mensajes de confrontación con insinuaciones de diálogo. The New York Times reportó que él y Maduro mantuvieron una conversación reciente, aunque la Casa Blanca se negó a confirmarla.

El escenario refuerza la incertidumbre en torno al rumbo de la política estadounidense hacia Venezuela, mientras ambos países enfrentan una escalada diplomática y militar sin precedentes en años recientes.