Antonio Espaillat, propietario y gerente del famoso club Jet Set en Santo Domingo, habló públicamente por primera vez desde el colapso del techo que mató a 232 personas el pasado 8 de abril. En una entrevista con Telesistema, admitió que las filtraciones de agua en el techo eran un problema antiguo que nunca fue solucionado adecuadamente.
Según relató, horas antes de la tragedia, los empleados instalaron nuevos paneles de yeso sobre el techo ya debilitado. Además, recordó que durante años el agua filtrada desde las unidades de aire acondicionado causaba caídas frecuentes de material. Sin embargo, nunca se ordenó una inspección técnica ni una reparación de fondo.
“Siempre comprábamos yeso. Siempre”, confesó Espaillat en tono de tristeza.
Mientras tanto, explicó que recibió la noticia estando en Las Vegas, cuando su hermana, atrapada bajo los escombros, logró llamarlo para pedir ayuda.
El club, fundado por su madre hace más de cinco décadas, operaba desde hace 30 años en un antiguo cine. Allí, soportaba el peso de seis aires acondicionados, tres tanques de agua y un generador eléctrico instalado en un cuarto contiguo. Aunque impermeabilizaban el techo cada seis u ocho años, la última intervención ocurrió solo un mes antes del desastre.
Por otro lado, Espaillat indicó que los equipos de sonido, pesados y potentes, vibraban directamente sobre el piso, lo que pudo afectar aún más la estructura.
Mientras tanto, los asistentes del club disfrutaban de las tradicionales noches de merengue, ajenos al peligro que se cernía sobre ellos.
Después del colapso, el gobierno dominicano creó una comisión especial de expertos nacionales e internacionales para investigar el accidente. Además, la tragedia expuso un grave vacío legal: actualmente, no existe en el país un organismo que inspeccione edificios privados. Por eso, el presidente Luis Abinader anunció que impulsará una nueva legislación de control de infraestructuras.
De las 515 personas presentes en el evento, 189 lograron ser rescatadas con vida. Sin embargo, entre las víctimas fatales figuran médicos, exdeportistas de Grandes Ligas y funcionarios locales como Nelsy Cruz, hermana del beisbolista Nelson Cruz.
Espaillat ya enfrenta al menos tres demandas. Aunque inicialmente evitó acercarse al lugar del desastre, argumentó preocupaciones de seguridad debido al dolor de los familiares. “Voy a enfrentar todo. No voy a huir”, afirmó durante su testimonio.
Expertos en ingeniería señalaron que las filtraciones de agua prolongadas, combinadas con la corrosión por aire salino, pudieron debilitar irreversiblemente la estructura. Finalmente, advirtieron que reparar solo con paneles de yeso no era una solución adecuada.
Mientras la investigación sigue su curso, la tragedia del Jet Set plantea una urgente reflexión sobre las condiciones de seguridad en los espacios públicos de República Dominicana.