Qué saber sobre los buques de guerra de EE.UU. enviados a Sudamérica y la reacción en Venezuela

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By Isabel Gutierrez

Estados Unidos reforzó su presencia naval cerca de Venezuela con destructores y buques anfibios. El Pentágono afirma que la misión busca frenar a carteles de droga en la región. En Caracas, sin embargo, el despliegue desató temores de una posible intervención extranjera, según AP.

Hoy la flota incluye los destructores USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson, además del crucero USS Lake Erie. La próxima semana se sumarán tres buques anfibios con más de 4.000 marinos e infantes de Marina. El Pentágono evitó precisar el destino del USS Iwo Jima, USS San Antonio y USS Fort Lauderdale.

Reacción de Maduro y repercusiones políticas

El presidente Nicolás Maduro aseguró que más del 90% de los venezolanos rechaza lo que llamó “amenazas” de Washington. “Estamos dentro de nuestra ley, y nadie toca esta tierra”, dijo en su programa semanal. Negó vínculos con el narcotráfico y acusó a EE.UU. de usar nuevas narrativas para justificar presión.

Frente al despliegue, el gobierno intensificó llamados para que los ciudadanos se sumen a las milicias voluntarias. Maduro afirma que ya cuentan con 4,5 millones de miembros, aunque expertos creen que la cifra está inflada. Durante el fin de semana se realizaron inscripciones en plazas y cuarteles, con nuevas convocatorias previstas para el 29 y 30 de agosto.

La oposición, liderada por María Corina Machado, celebró el movimiento de buques. En una entrevista con Fox News, agradeció a la administración Trump por un “enfoque claro y valiente” hacia Venezuela. Sin embargo, analistas como Christopher Sabatini, de Chatham House, consideran que no existe una posibilidad real de invasión y critican a la oposición por generar expectativas falsas.

En paralelo, el embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, pidió al secretario general António Guterres que intervenga. Caracas exige que EE.UU. detenga lo que califica como “acciones hostiles” contra su soberanía.

El despliegue coincide con la ofensiva de Donald Trump contra grupos criminales de la región, a los que designó como organizaciones terroristas. También duplicó la recompensa por la captura de Maduro. La estrategia aumenta la presión internacional y eleva la tensión política en Venezuela.