Productores de aguacate en California celebran el impulso de las importaciones mexicanas

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By Isabel Gutierrez

Aunque los agricultores de California suelen enfrentar desafíos como altos costos laborales, restricciones de agua y competencia internacional, los productores de aguacate tienen motivos para estar optimistas. Sorprendentemente, una de las razones de su éxito es el flujo constante de aguacates importados desde México.

Cuando Estados Unidos levantó la prohibición de importación de aguacates mexicanos en 1997, muchos agricultores californianos temieron que su producción quedara desplazada. Sin embargo, el resultado fue otro: la disponibilidad continua de aguacates durante todo el año ayudó a satisfacer la creciente demanda y a consolidar el consumo en el mercado estadounidense.

El aguacate, de artículo exótico a básico en la dieta estadounidense

Andreas Tompros, un productor de 47 años que perdió su hogar y parte de su huerto de aguacates en un incendio forestal el año pasado, no pierde la esperanza. “El huerto volverá, y creo que será aún mejor que antes”, afirmó mientras replantaba 300 árboles en las colinas soleadas al noroeste de Los Ángeles.

El consumo de aguacate en Estados Unidos se ha disparado en las últimas dos décadas. Según datos oficiales, la cantidad disponible por persona se triplicó, pasando de ser un producto estacional a una presencia constante en menús y supermercados, desde la costa este hasta el sur del país. Platos como el “avocado toast” o el guacamole son ahora comunes en cafés de todo el país.

La popularidad del aguacate también se ha visto impulsada por la creciente demanda de grasas saludables, explicó Emiliano Escobedo, director ejecutivo de la Hass Avocado Board, una entidad que recauda 2,5 centavos por cada libra de aguacates producidos o importados en EE.UU. y que ha invertido en campañas de marketing y estudios nutricionales.

Un sector en crecimiento pese a los desafíos

Hoy en día, aproximadamente el 60% de los hogares estadounidenses compran aguacates, y la mitad de ellos consume la mayoría del volumen disponible.

“Hay mucho espacio para que ciertos grupos aumenten su consumo, especialmente en el noreste del país”, afirmó Escobedo.

Aunque la administración Trump ha amenazado con imponer aranceles a varios productos mexicanos, los aguacates han quedado exentos hasta ahora. Los productores de California dicen que quieren que las importaciones continúen, pero exigen controles rigurosos para evitar la entrada de plagas.

Ken Melban, presidente de la Comisión de Aguacate de California, lo resume claramente:

“Si vas a cultivar en California, el aguacate es de las mejores opciones en este momento”.

California produce cerca del 10% de los aguacates que se consumen en EE.UU., mientras que México abastece el mercado durante todo el año. En el condado de Ventura, muchos agricultores han cambiado de limones a aguacates debido a la caída de los precios causada por la competencia argentina. Según Korinne Bell, comisionada agrícola del condado, se espera que la producción de aguacate aumente a medida que los árboles recién plantados comiencen a dar fruto.

A pesar de los incendios forestales, el mercado del aguacate sigue creciendo, y productores como Rob Brokaw, cuya familia lleva 70 años suministrando árboles a agricultores de California, aseguran que la demanda sigue en aumento.