El presidente argentino, Javier Milei, llegó a París para reunirse con el presidente francés, Emmanuel Macron. Este encuentro se produce tras las tensiones generadas por los cánticos despectivos que la selección argentina de fútbol entonó tras su victoria en la Copa América. Un video, publicado durante las celebraciones en Miami, mostró a los jugadores argentinos soltando una letra considerada racista hacia los futbolistas franceses de herencia africana.
La letra de la canción mencionaba que, a pesar de representar a Francia, los padres de algunos jugadores eran de Angola, lo que llevó a una ola de críticas. En respuesta, la Federación Francesa de Fútbol presentó una denuncia legal, calificando los comentarios de “inaceptables”. El jugador Enzo Fernández, protagonista del video, ofreció una disculpa pública. Por otra parte, su club en Inglaterra, el Chelsea, inició un procedimiento disciplinario interno.
Los medios argentinos reflejaron el malestar, con un periódico destacando que “Argentina es el enemigo en Francia”, haciendo referencia a los abucheos que recibió el himno nacional argentino durante el partido. La controversia se intensificó cuando la vicepresidenta de Argentina, Victoria Villarruel, salió en defensa del equipo, argumentando que el país no toleraría críticas de una nación que considera colonialista.
Villarruel sostuvo, en una publicación en redes sociales, que Argentina no era un país racista y comparó la historia argentina con la de Francia, donde existieron colonias y ciudadanos de segunda clase. Llamó hipócritas a quienes se mostraban indignados por la situación.
Los diplomáticos franceses en Buenos Aires manifestaron su descontento. En medio de este conflicto, Milei navegó con cautela entre el nacionalismo creciente en Argentina y el intento de mitigar las repercusiones diplomáticas. Sus declaraciones contra líderes internacionales han causado tensiones con aliados históricos como Brasil y España.
En un movimiento controversial, Milei destituyó a Julio Garro, subsecretario de deportes, quien pidió una disculpa de parte de Lionel Messi. La oficina de Milei reafirmó que “ningún gobierno puede decirle al equipo nacional qué pensar o hacer”. Posteriormente, una voz oficial trató de distanciar al presidente de los comentarios de Villarruel, enfatizando que no representaban la opinión del gobierno y que las relaciones con Francia estaban en pie.
La controversia se amplió cuando surgieron incidentes en un partido entre Argentina y Marruecos en los Juegos Olímpicos. Villarruel compartió un video del tumulto en el que los aficionados marroquíes invadieron el campo, expresando su apoyo incondicional al equipo argentino a pesar de las provocaciones.
Milei, además de su reunión con Macron y otros funcionarios en el Palacio del Elíseo, participará en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos y sostendrá diálogos con líderes empresariales franceses. Estos encuentros son parte de la estrategia de Argentina para ganar apoyo entre los principales accionistas del Fondo Monetario Internacional (FMI), buscando un nuevo acuerdo para obtener fondos.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, destacó la situación económica de Argentina durante una reunión en Río de Janeiro, donde se encontraban los ministros de finanzas del G20. Elogió los esfuerzos del país en la lucha contra la inflación y la reducción del déficit, aunque no se refirió a un nuevo préstamo inminente.
Argentina es el mayor deudor del FMI y actualmente requiere fondos adicionales para pagar los préstamos anteriores, que sumaron un total de 57 mil millones de dólares en 2018. La administración de Milei parece estar colocando sus esperanzas en la posibilidad de que Donald Trump regrese a la presidencia de Estados Unidos, considerado un actor clave en la toma de decisiones del FMI.
Los analistas señalan que la expectativa de Milei es que un gobierno liderado por Trump presione al FMI a favor de Argentina a principios del próximo año. La relación entre la administración de Milei, el clima político internacional y la situación económica del país está siendo observada de cerca, dado su impacto potencial en el futuro financiero de Argentina.