La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó este martes, 4, los aranceles del 25% impuestos por Estados Unidos a las importaciones mexicanas y anunció medidas de represalia contra el país vecino.
Sheinbaum argumentó que no existe justificación para la decisión del gobierno de Donald Trump, subrayando que México ha colaborado con Estados Unidos en cuestiones clave como migración, seguridad y el combate al tráfico de drogas.
Rechazo a los aranceles
“No hay razón, fundamento o justificación para esta decisión que afectará a nuestro pueblo y nuestras naciones. Nadie gana con esta medida”, declaró Sheinbaum en una conferencia de prensa. Además, indicó que el próximo domingo, 9, dará detalles sobre la respuesta mexicana a la medida.
En los últimos 30 días, México ha intensificado su lucha contra el crimen organizado y el tráfico de fentanilo, además de sostener reuniones bilaterales con Washington en materia de seguridad y comercio, según la mandataria.
Las tarifas impuestas por Trump entraron en vigor este martes,4, después de un período de gracia de 30 días en el que el gobierno mexicano intentó negociar con Washington y reforzó la seguridad en la frontera. Sin embargo, el lunes, 3, Trump acusó a México, Canadá y China de no hacer lo suficiente para frenar el flujo de fentanilo y sus precursores químicos hacia Estados Unidos.
La política comercial de Trump y sus consecuencias
La nueva política arancelaria de Trump forma parte de su estrategia para reducir el déficit comercial de Estados Unidos y abordar problemas fronterizos como la inmigración irregular y el narcotráfico.
Sin embargo, expertos advierten que el aumento de aranceles y la política antiinmigración podrían generar una mayor inflación en EE.UU. Además, la exención fiscal para favorecer a las empresas estadounidenses podría representar un riesgo para las cuentas públicas del país.
Estos factores dificultarían el control de la inflación por parte de la Reserva Federal (Fed), lo que podría llevar a mantener tasas de interés elevadas, impactando el mercado de valores y la inversión.
El impacto de estas medidas también se sentiría en Brasil. Unas tasas de interés más altas en EE.UU. harían que los bonos del Tesoro estadounidense resultaran más atractivos para los inversores, fortaleciendo al dólar y afectando los flujos de capital en mercados emergentes. Esta situación podría presionar al Banco Central de Brasil a elevar la tasa Selic, perjudicando la economía nacional.
Otro efecto indirecto sería una posible desaceleración de la economía china si Trump aplica aranceles más altos a las importaciones del gigante asiático. Esto podría generar un excedente de productos chinos en el mercado global, afectando a países como Brasil con un incremento en la competencia de bienes manufacturados de bajo costo.
La tensión comercial entre Estados Unidos y sus socios económicos sigue en aumento, mientras los gobiernos buscan alternativas para minimizar el impacto de las medidas impuestas por Washington.