Los empleados públicos de Tegucigalpa, la capital de Honduras, trabajarán desde casa entre este martes y jueves debido a la “alarmante contaminación” que afecta a la ciudad y que mantiene cerrado el aeropuerto Toncontín por la poca visibilidad, informó este lunes una fuente oficial.
La medida fue anunciada, con instrucción de la presidenta hondureña, Xiomara Castro, por el ministro de Gobernación, Justicia y Descentralización, Tomás Vaquero, en un mensaje en X.
“Al Gobierno Central e Instituciones Descentralizadas en el Municipio del Distrito Central se les ordena utilizar la modalidad de teletrabajo para los días Martes 7, Miércoles 8 y Jueves 9 de Mayo de 2024”, indicó Vaquero.
Sin embargo, precisó que a las instituciones de emergencia y seguridad no aplica esta disposición.
El funcionario señaló que la medida del Gobierno obedece a la “alarmante contaminación de la atmósfera, los altos niveles de calor pronosticados y ausencia de lluvia”, y pidió prepararse para proteger la salud.
Una capa densa de humo que cubre la capital de Honduras ha causado en los últimos cinco días la suspensión de vueltos desde y hacia del aeropuerto Toncontín, por la poca visibilidad, pues disposiciones internacionales no permiten que un avión aterrice o despegue cuando esta es menor a tres kilómetros.
La Alcaldía de Tegucigalpa mantiene una alerta por la mala calidad del aire en la ciudad y solicitó a la población utilizar mascarilla.
Según el Instituto de Conservación Forestal (ICF), la bruma que cubre la capital obedece a una fenómeno atípico que ocurre en la región por “la ausencia de vientos, precipitaciones y altas temperaturas”.
“Esta situación se debe principalmente a las emisiones de múltiples focos de contaminación, como combustión de vehículos, quemas agrícolas y emisiones de gases provenientes de industrias”, explicó la institución.
Señaló que “cuando el aire caliente y húmedo se enfría, provoca que el vapor de agua contenido en el aire se condense en pequeñas gotas de agua, generando bruma, a la cual pueden adherirse partículas de polvo, polen y gases, producto de las emisiones de la combustión fósil”.
El fenómeno también afecta a países como El Salvador y Guatemala, precisó el ICF.