La líder opositora venezolana María Corina Machado dedicó su recién obtenido Premio Nobel de la Paz 2025 al expresidente de Estados Unidos Donald Trump y al pueblo venezolano. El Comité Noruego reconoció su lucha pacífica por la democracia y los derechos humanos en medio de la prolongada crisis política de Venezuela.
Un reconocimiento que agita la política regional
En su primera declaración pública tras el anuncio, Machado calificó la premiación como “un impulso para concluir nuestra tarea” de poner fin al régimen de Nicolás Maduro. “Dedico este premio al sufrimiento del pueblo venezolano y al presidente Trump por su apoyo decisivo a nuestra causa”, escribió en sus redes sociales.
El gobierno estadounidense reaccionó con frialdad. Steven Cheung, director de comunicaciones de la Casa Blanca, afirmó que “el Comité del Nobel ha demostrado que antepone la política a la paz”. Según fuentes de Washington, Trump esperaba ser reconocido con el galardón por lo que considera sus esfuerzos en la resolución de conflictos internacionales.
Horas después, en una carta dirigida a los venezolanos, Machado evitó mencionar a Trump y dedicó formalmente el premio a sus compatriotas. “Recibo este honor en nombre del pueblo de Venezuela, que ha luchado con coraje, dignidad e inteligencia por su libertad”, expresó.
La dirigente aseguró que el reconocimiento es “una señal firme de que la comunidad democrática mundial comprende nuestra lucha” y reiteró su llamado a una transición inmediata hacia la democracia.
“El apoyo internacional demuestra que no estamos solos. Estamos en el umbral de la victoria y contamos con nuestros aliados en Estados Unidos, América Latina y el mundo libre para lograr la libertad y la democracia. ¡Venezuela será libre!”, escribió la opositora.
Entre la represión y la esperanza
El premio llega en un momento clave. Desde las controvertidas elecciones de 2024, en las que Maduro fue reelegido sin mostrar actas oficiales, la oposición denuncia fraude y control absoluto del poder judicial y electoral. Machado sostiene que el verdadero ganador fue el opositor Edmundo González y asegura tener pruebas de los resultados.
A pesar de las amenazas y la persecución política, María Corina decidió permanecer en el país. Fundadora del movimiento Súmate, ha dedicado más de dos décadas a promover la transparencia electoral y el voto libre.
El Comité del Nobel la describió como “una de las voces más valientes de América Latina” y “una figura capaz de unir a un país fracturado en torno a la defensa de la libertad”. En su comunicado, el Comité señaló: “La democracia es condición indispensable para una paz duradera. Reconocer a quienes defienden la libertad es esencial cuando los regímenes autoritarios toman el poder”.
El galardón incluye 11 millones de coronas suecas, equivalentes a unos 6,2 millones de reales. Según el texto oficial, su elección simboliza la resistencia civil ante los abusos del poder y el ejemplo de quienes, incluso en la clandestinidad, siguen luchando por una Venezuela democrática.