Una corte civil en Perú emitió un fallo histórico que reconoce los derechos territoriales del pueblo Kichwa dentro de un área protegida de la Amazonía. La decisión, considerada un gran avance para las demandas indígenas en el país, marca un precedente clave al afirmar que la gestión indígena es plenamente compatible con los objetivos de conservación.
El fallo, fechado el 15 de mayo pero divulgado este miércoles, responde a una demanda interpuesta por cuatro organizaciones indígenas en representación de comunidades Kichwa de la región San Martín. Estas comunidades sostienen que el Estado negó durante décadas su presencia ancestral, creando áreas protegidas sin consulta ni consentimiento.
Un precedente para la conservación con justicia
“El fallo valida la presencia histórica de los Kichwa y su derecho a exigir respeto por esos territorios”, explicó Cristina Gavancho, asesora legal de las organizaciones demandantes. Según dijo a la AP, el fallo reconoce que la contribución indígena no solo es clave para la conservación, sino que también exige su participación en cualquier medida estatal para implementarla.
Defensores ambientales consideran que el caso podría transformar el enfoque de conservación en Perú, especialmente en zonas de conflicto como el Parque Nacional Cordillera Azul. Este parque es sede de uno de los proyectos de compensación de carbono forestal más grandes del mundo.
Hasta el momento, el SERNANP —organismo peruano a cargo de las áreas naturales protegidas— no ha emitido comentarios sobre la decisión judicial.
El derecho a conservar: voces indígenas al frente
Wiler Saurin, vicepresidente de la coalición indígena CODEPISAM en San Martín, calificó el fallo como una victoria histórica en la larga lucha por el reconocimiento de tierras ancestrales. Recordó que las áreas protegidas en San Martín fueron creadas sin el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos Kichwa, Shawi y Awajún.
“Este fallo afirma nuestros derechos territoriales y deja claro que no se puede hacer conservación sin incluir a los pueblos indígenas”, dijo Saurin en conversación telefónica con la AP.
“No se puede conservar desde un escritorio, no se puede conservar desde una oficina con buen sueldo. La conservación se hace trabajando junto a las comunidades que han ocupado estos territorios por generaciones”.
Gavancho destacó que la decisión tiene relevancia global, ya que respalda el creciente reconocimiento internacional del papel de los pueblos indígenas en la protección de la biodiversidad. Además, alinea a Perú con los objetivos internacionales de conservación y refuerza la necesidad de abandonar los modelos verticales de gestión ambiental.