Exportaciones de carne argentina caen por efecto del peso fuerte y altos costos

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By Isabel Gutierrez

La carne argentina, célebre en parrillas de todo el mundo, enfrenta hoy una crisis inesperada. Las exportaciones del emblemático producto cayeron casi un 20% en los primeros cuatro meses de 2025, arrastradas por el fortalecimiento del peso y el aumento de los costos locales.

Según datos oficiales del ente sanitario Senasa, los envíos de carne al exterior sumaron unas 255.000 toneladas entre enero y abril, frente a las más de 317.000 del mismo período en 2024. China, principal comprador del producto, redujo drásticamente sus compras: pasó de adquirir 203.000 toneladas a solo 137.000, una baja que preocupa a todo el sector.

Una industria histórica, bajo presión económica

En la planta frigorífica Villarroel, ubicada en las afueras de Buenos Aires, los trabajadores siguen despostando con precisión cortes que antes tenían destino seguro en mercados como Shanghái y Nueva York. Pero hoy, competir se ha vuelto cada vez más difícil. “No podemos competir”, admite Yahir Auad, uno de los responsables de la planta.

El giro económico vino tras la decisión del presidente Javier Milei de liberar parcialmente el cepo cambiario. Aunque buscaba estabilizar la economía, la medida encareció los costos internos en dólares, afectando a exportadores y también al turismo.

“Tenemos más estabilidad cambiaria, pero no nos favorece a los exportadores”, explicó Auad. “Producir un kilo nos cuesta entre 4 y 4,50 dólares, sin contar impuestos ni gastos adicionales”.

La situación golpea directamente a grandes frigoríficos como Swift, Quickfood (propiedad de Marfrig) y Minerva, entre otros. Según Miguel Schiariti, de la cámara cárnica Ciccra, “la carne argentina es hoy la más cara de América Latina en términos de dólares”. Mientras que el kilo de lomo cuesta unos 4,70 dólares en Argentina, en Brasil ronda los 3,60 y en Uruguay los 3,50.

Despidos, cierres y alerta en el sector exportador

La cámara de exportadores ABC advirtió que algunas plantas ya han comenzado a reducir personal, en algunos casos hasta un 10%. “Los negocios no se están cerrando. China paga menos y Brasil ofrece la misma calidad, o incluso mejor, a precios más competitivos”, afirmó Miguel Jairala, analista del sector.

Además del tipo de cambio, la carga impositiva empeora el panorama. Solo para exportar, las empresas deben pagar un arancel del 6,75%. Frigoríficos y cámaras empresariales están presionando al gobierno para reducir esa carga. El Ministerio de Agricultura no respondió a las consultas de Reuters.

El impacto ya se traduce en cierres de plantas. “Tuvimos que cerrar nuestro frigorífico en Las Heras porque no podíamos cumplir los contratos”, confesó Auad. “Vendimos a un precio, pero nunca pudimos cubrir los costos”.

Argentina cuenta con más de 53 millones de cabezas de ganado y suele estar entre los cinco mayores exportadores de carne del mundo. Sin embargo, el nuevo escenario económico obliga a replantear un modelo que, por años, fue símbolo de competitividad global.