La fabricante brasileña Embraer aún confía en que podrá cerrar su primer contrato en Estados Unidos con la nueva generación de aviones E2. Aunque los productos brasileños enfrentan un arancel del 10%, la empresa ve espacio para avanzar en las negociaciones. El sector aeronáutico, por ahora, quedó fuera del aumento del 50% anunciado por Donald Trump, pero los costos adicionales siguen siendo una barrera.
Francisco Gomes Neto, CEO de Embraer, confirmó que las conversaciones con aerolíneas estadounidenses continúan. Sin embargo, reconoció que el impuesto complica el proceso. “Estamos entusiasmados, pero sin la tasa todo sería más fácil”, dijo a la agencia Reuters.
El modelo E195-E2 es presentado como una solución intermedia. Se posiciona entre los aviones regionales más pequeños y los jets de mayor capacidad. Ya fue vendido en Europa y otros mercados clave, pero aún no ha logrado ingresar a Estados Unidos, el mayor mercado de aviación regional del mundo.
Uno de los principales obstáculos está en las reglas sindicales. El peso del E2 supera el límite permitido por contratos laborales de pilotos en aerolíneas regionales del país. Esto impide que el modelo sea operado por las filiales de las grandes compañías estadounidenses.
Mientras tanto, el E175-E1 —modelo de generación anterior— sigue siendo la principal carta de Embraer en el país. Cumple con las exigencias actuales y domina el segmento de vuelos regionales dentro de Estados Unidos.
Incentivos fiscales y producción local: las apuestas de Embraer para crecer
Para fortalecer su presencia en suelo estadounidense, Embraer defiende una exención arancelaria específica para el sector aeroespacial. Gomes Neto sostiene que la situación es injusta, ya que la europea Airbus ya opera bajo condiciones más favorables tras su acuerdo con la Unión Europea. Además, recuerda que Embraer no compite con Boeing en aviones de gran porte.
La estrategia incluye un plan de compras que prevé invertir 21 mil millones de dólares en productos estadounidenses hasta 2030. También está sobre la mesa la posibilidad de ensamblar el carguero militar KC-390 en Estados Unidos, si se concreta un contrato con el gobierno.
El KC-390 compite directamente con el clásico C-130 Hercules, fabricado por Lockheed Martin. Gomes Neto afirma haber presentado el proyecto a las autoridades como una opción estratégica para la Fuerza Aérea de Estados Unidos. La empresa ya trabaja con un socio norteamericano, cuyo nombre aún no fue revelado.