La situación legal del gigante de las redes sociales X en Brasil se ha intensificado recientemente. Se espera que el Tribunal Supremo del país emita un fallo que podría resultar en el cierre de la plataforma, debido a la falta de representación legal en el país. Esta disputa destaca las tensiones entre el cumplimiento de las leyes locales y las afirmaciones de su propietario, Elon Musk, sobre la censura que enfrenta la plataforma.
Las acciones del juez Alexandre de Moraes han generado una respuesta polarizada entre los usuarios de X. Mientras tanto, el conflicto se extiende a otras empresas de Musk, como Starlink, cuyas cuentas han sido bloqueadas. En medio de este panorama, Musk ha denunciado las decisiones del juez y ha prometido proporcionar servicios de internet gratuitos a los usuarios brasileños mientras se resuelve esta controversia.
MENTIRAS Y CENSURA
La reciente decisión del tribunal, firmada por el juez Moraes, de sancionar a Starlink surge por la falta de representantes legales en Brasil para la plataforma X, según fuentes del Tribunal Supremo. Esta medida incluye el congelamiento de cuentas bancarias de Starlink debido a una disputa relacionada con multas impagas que X debía abonar por no presentar ciertos documentos. Según un informe del periódico local Folha, las multas ascienden a al menos 20 millones de reales (aproximadamente 3,6 millones de dólares), aunque Reuters no ha podido confirmar esta cifra.
La legislación brasileña exige que todas las empresas de internet tengan un representante legal en el país que pueda recibir órdenes judiciales y asumir la responsabilidad legal del negocio. El conflicto se intensifica en torno a si Moraes tiene la autoridad para ordenar a X que bloquee cuentas específicas acusadas de difundir mentiras y distorsiones. Esta solicitud ha sido criticada por Musk, quien la califica de censura.
Entre las cuentas que se ordenó bloquear, muchas son gestionadas por simpatizantes del ex presidente Jair Bolsonaro, algunos de los cuales niegan que él haya perdido las elecciones de reelección en 2022. Musk ha expresado en una publicación anterior que Moraes “es un criminal descarado del peor tipo, disfrazado de juez”.
Starlink, por su parte, ha acusado al juez de emitir la orden secretamente, alegando la falta de un debido proceso. Este intercambio subraya la creciente tensión entre las plataformas digitales y el marco legal en Brasil, donde el debate sobre la regulación del contenido y la libertad de expresión continúa en auge.
Se observa un entorno cada vez más complicado para las redes sociales, donde la lucha entre la verdad y la desinformación genera serias implicaciones legales y éticas en el país.
JUEZ CONTRA BILLONARIO
Las disputas legales y digitales acumulativas podrían llevar a X a perder uno de sus mercados más importantes y deseados, especialmente en un momento en que Musk enfrenta dificultades con los ingresos publicitarios en la plataforma.
Recientemente, X anunció el cierre de operaciones y el despido de su personal en la mayor economía de América Latina, citando lo que denominaron “órdenes de censura” emitidas por Moraes, al tiempo que mantenía su servicio operativo para usuarios brasileños. En esa ocasión, X alegó que Moraes amenazó en secreto a uno de sus representantes legales en Brasil con arresto si no cumplía con las órdenes de eliminar ciertos contenidos.
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, también se pronunció con cierto desdén hacia X, fijando un post en la plataforma que enumeraba seis cuentas de redes sociales adicionales junto con enlaces a ellas. Moraes ha enfatizado que las empresas que no respeten las leyes locales o la confidencialidad de la información privada podrían ver sus actividades suspendidas temporalmente.
A principios de este año, el juez ordenó a X que bloqueara ciertas cuentas involucradas en investigaciones sobre las llamadas milicias digitales, acusadas de difundir desinformación y odio durante el mandato de Bolsonaro. Tras el desafío de Musk a esta decisión, que incluía reactivar cuentas que el juez había ordenado cerrar, Moraes abrió una investigación en abril sobre los negocios de Musk.
Finalmente, los representantes de X dieron marcha atrás y comunicaron al Tribunal Supremo que acatarían las decisiones. No obstante, en abril, Moraes solicitó a X que explicara por qué no habían cumplido completamente. En respuesta, los abogados de X mencionaron “fallas operativas” que permitieron que usuarios ordenados a ser bloqueados permanecieran activos en la plataforma.
En medio de este conflicto, muchos brasileños utilizaron X para hacer bromas sobre la situación, creando miles de “memes” que destacaban al imponente juez y al polémico billonario. Algunos usuarios criticaron la decisión firmada por Moraes, argumentando que socavaba la libertad de expresión, mientras que otros apoyaban a Moraes, insistiendo en que Musk debía cumplir con la ley brasileña.
X, anteriormente conocido como Twitter, es ampliamente utilizado en Brasil y representa un medio de comunicación vital, especialmente para los políticos.