El presidente colombiano, Gustavo Petro, fue objeto de un posible ataque en julio, durante un evento público en el centro de Bogotá. El Ministro de Defensa, Iván Velásquez, reveló esta información sin proporcionar detalles adicionales ni evidencia concreta.
Petro asistió al desfile militar tradicional el 20 de julio para conmemorar el 214 aniversario de la independencia de Colombia, aunque llegó varias horas tarde. Explicó que su tardanza se debió a la necesidad de corroborar información con la embajada de los Estados Unidos y problemas de coordinación con su equipo de seguridad. Gustavo Bolívar, un aliado cercano de Petro, también mencionó en conferencia de prensa que las demoras se debieron a “preocupaciones de seguridad” alertadas por la embajada estadounidense.
Desde su llegada al poder en 2022, Petro ha enfrentado amenazas a través de redes sociales, lo que ha llevado a aumentar su seguridad personal. Durante la campaña electoral de 2022, estuvo acompañado habitualmente por guardaespaldas y militares en sus discursos públicos. Esta situación destaca la grave atmósfera de violencia y riesgo que enfrenta el presidente.
El Ministro de Defensa indicó que no es la primera ocasión en que ha recibido informes sobre amenazas al presidente, y enfatizó la importancia de la actividad de inteligencia para proteger su integridad. Petro ha abogado por un plan de “paz total”, que incluye negociaciones con varios grupos armados en Colombia, desde guerrillas de izquierda hasta mafias de tráfico.
A pesar de estos esfuerzos, la violencia persiste en el país andino. La administración de Petro mantiene diálogos con grupos armados, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y facciones de disidentes de las FARC, que no aceptaron el acuerdo de paz de 2016. Estos grupos armados compiten por el control territorial de corredores estratégicos utilizados para el tráfico de drogas y la minería ilegal.