EE. UU. no enviará delegación a la COP30 en Brasil y Trump cancela su participación

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By Isabel Gutierrez

La Casa Blanca confirmó a agencias internacionales que Estados Unidos no enviará representantes a la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebrará la próxima semana en Belém, estado de Pará. La decisión también implica que el presidente Donald Trump no asistirá a la cumbre ni enviará una delegación para las reuniones técnicas.

Según un funcionario estadounidense citado por AFP y Reuters, la postura refleja la visión del actual gobierno sobre las políticas climáticas multilaterales. “El presidente Trump ya ha dejado claras sus posiciones respecto a la acción climática global”, señaló la fuente bajo condición de anonimato.

Aunque la ausencia del mandatario era esperada durante la cumbre de líderes, prevista para los días 6 y 7 de noviembre, aún existía la posibilidad de que Washington enviara representantes a las negociaciones posteriores, algo que finalmente fue descartado.

Postura contraria a la agenda climática

Durante su discurso en la Asamblea General de la ONU el mes pasado, Trump volvió a calificar el cambio climático como “el mayor engaño del mundo” y criticó las políticas ambientales adoptadas por otros países. Además, defendió el uso del carbón —una de las fuentes más contaminantes— y atacó las energías renovables, en abierta contradicción con la mayoría de las naciones que participarán en la COP.

“La administración está dialogando con líderes globales sobre temas energéticos, como demuestran los recientes acuerdos de comercio y paz enfocados en asociaciones energéticas”, afirmó otro portavoz de la Casa Blanca en un comunicado enviado a Reuters.

Implicaciones para la cumbre

Pese a la invitación realizada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva durante su reciente acercamiento con Trump, la ausencia de la delegación estadounidense fue vista por analistas como un posible impulso para las negociaciones.

La COP funciona sobre la base del consenso, y algunos temían que la participación de Estados Unidos pudiera obstaculizar las discusiones sobre metas de reducción de emisiones y financiamiento climático. Sin la presencia norteamericana, expertos creen que podría haber más margen para avanzar en propuestas ambiciosas relacionadas con la transición energética, la compensación por pérdidas y daños, y los fondos destinados a la acción climática global.