EE. UU. incauta un petrolero sancionado frente a Venezuela y aumenta la tensión con Caracas

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By Isabel Gutierrez

Estados Unidos confiscó un petrolero sancionado que operaba frente a la costa de Venezuela, según confirmó el presidente Donald Trump el miércoles. La acción provocó un alza inmediata en los precios internacionales del crudo y elevó de forma brusca la tensión entre Washington y el gobierno de Nicolás Maduro.

Trump aseguró que se trató de “un petrolero muy grande, el más grande de todos”, y sostuvo que “otras cosas están ocurriendo”, en referencia a la presión constante que su administración ejerce para forzar la salida del presidente venezolano. Al ser preguntado sobre el destino del cargamento, respondió: “Nos lo quedamos, supongo”.

Primer movimiento directo contra un cargamento venezolano

El gobierno venezolano calificó la incautación como “un robo descarado” y un “acto de piratería internacional”, al tiempo que anunció que llevará el caso ante organismos multilaterales. Aunque Washington mantiene sanciones petroleras desde 2019, esta es la primera vez que la administración Trump actúa directamente contra un cargamento vinculado a Venezuela desde el reciente despliegue militar en el Caribe.

La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, afirmó que el FBI, Seguridad Nacional y la Guardia Costera ejecutaron la orden de incautación con apoyo del Ejército. Difundió además un video de 45 segundos en el que se observan helicópteros y agentes armados descendiendo sobre la embarcación.

Por su parte, la embajada de Irán en Caracas condenó la operación como una “violación grave del derecho internacional”. El gobierno estadounidense no reveló el nombre ni la ubicación exacta del buque, pero una consultora especializada indicó que se trataría del VLCC Skipper, sancionado por comercio de crudo iraní bajo su nombre anterior, Adisa.

Datos marítimos mostraron que el Skipper había salido del puerto venezolano de José entre el 4 y el 5 de diciembre con 1,8 millones de barriles de crudo Merey, de los cuales transfirió 200.000 cerca de Curazao hacia un buque con destino a Cuba antes de ser interceptado.

Los futuros de Brent subieron 0,4% tras la noticia, cerrando a 62,21 dólares el barril.

Presión militar en aumento

El incidente ocurre mientras Washington intensifica su presencia militar en la región. Desde septiembre, EE. UU. lanzó más de veinte ataques contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, con más de ochenta muertos. Especialistas señalan que estas operaciones podrían violar normas internacionales al no presentar pruebas claras sobre la carga ni detener a los ocupantes para interrogarlos.

Un reporte reciente afirmó que un comandante ordenó un segundo ataque para matar a dos sobrevivientes, lo que incrementó las críticas y elevó el escrutinio del Congreso. Una encuesta de Reuters/Ipsos reveló que casi la mitad de los estadounidenses se opone a la campaña de ataques sin autorización judicial previa.

Mientras tanto, Maduro ha acusado reiteradamente al gobierno de Trump de intentar derrocarlo y apropiarse de los recursos petroleros del país.

La estrategia de seguridad publicada la semana pasada por la Casa Blanca indica que Estados Unidos redirigirá su política exterior para reafirmar su dominio en el Hemisferio Occidental, una señal de que la presión sobre Venezuela podría aumentar.