A partir del 21 de abril, hospitales dominicanos exigirán a los pacientes extranjeros la presentación de documentos como cédula, permiso laboral y comprobante de residencia. Aquellos que no logren presentar la documentación requerida recibirán atención médica y serán deportados de inmediato, según confirmó Abinader, quien también informó que agentes migratorios serán asignados a los centros de salud para garantizar el cumplimiento de la medida.
El mandatario también anunció el despliegue de 1.500 soldados adicionales en la frontera con Haití, aumentando a 11.000 el total de efectivos apostados en la línea divisoria de la isla La Española.
Además, se acelerará la construcción de 13 kilómetros adicionales de muro fronterizo, que se sumarán a los 54 ya levantados.
Durante su discurso del domingo, Abinader fue enfático:
“Los derechos de los dominicanos no serán desplazados. Nuestra identidad no se diluirá. Nuestra generosidad no será explotada. Aquí, la solidaridad tiene límites”.
El anuncio generó reacciones inmediatas. Para Roudy Joseph, activista de derechos humanos, la presencia de agentes migratorios en hospitales representa “un mensaje de terror para la comunidad haitiana”. Señaló que ya se han registrado casos de personas con problemas de salud que evitan acudir a centros médicos por temor a ser deportadas.
Desde octubre, el gobierno de Abinader ha deportado a más de 180.000 personas sospechosas de residir de forma ilegal en el país. Grupos defensores de derechos humanos denuncian abusos en estos operativos, incluyendo allanamientos sin orden judicial.
La ofensiva migratoria se intensifica mientras grupos ultranacionalistas presionan por acciones más duras. La semana pasada, manifestantes exigieron mano dura contra la inmigración irregular en comunidades con alta presencia haitiana, y amenazaron con expandir las protestas si sus demandas no eran atendidas.
Abinader también informó que se presentará un nuevo proyecto de ley ante el Congreso, con penas más severas para quienes colaboren con el ingreso ilegal de migrantes. Además, impulsará iniciativas para que ciertos sectores económicos —como la agricultura y la construcción— contraten exclusivamente trabajadores dominicanos.
“El caos que destruye a Haití no entrará a República Dominicana”, sentenció el presidente. También hizo un llamado a la comunidad internacional para que asuma su responsabilidad frente a la crisis haitiana:
“No podemos ni debemos cargar con un problema que no nos pertenece”.