Cinco millones de venezolanos sufren hambre, según informe de las Naciones Unidas

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By Isabel Gutierrez

Venezuela, a pesar de contar con las mayores reservas de petróleo del planeta y haber experimentado una masiva emigración que ha reducido su población en casi ocho millones de personas, sigue enfrentando una crisis alimentaria severa. Según un informe reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cinco millones de venezolanos no tienen suficiente comida, una cifra que solo es superada por Brasil y Haití en el hemisferio occidental.

El informe, titulado Panorama Regional de Seguridad Alimentaria y Nutrición en América Latina y el Caribe 2024, señala que el 17,6% de la población venezolana padece hambre, una de las tasas más altas de la región. En comparación, Haití sigue siendo el país más afectado por la inseguridad alimentaria, con 5,8 millones de personas, lo que equivale al 50% de su población. Brasil, por su parte, registra 8,4 millones de personas en situación de hambre, aunque esto representa solo el 3,9% de su población.

Además de Venezuela, otros países con tasas de hambre superiores son Bolivia (23%), Honduras (20,4%) y Nicaragua (19,6%), todos históricamente considerados entre los más pobres de la región. En términos generales, 41 millones de personas en América Latina y el Caribe sufrieron hambre en 2023, lo que representa una reducción de 2,9 millones en comparación con 2022.

Venezolanos en crisis alimentaria

El informe advierte que la producción de alimentos en la región es altamente vulnerable al cambio climático y a fenómenos meteorológicos extremos, lo que agrava los problemas estructurales de la región, como los conflictos políticos, la desaceleración económica, los altos niveles de desigualdad y la falta de acceso a dietas saludables y asequibles.

Los efectos combinados de estos factores están teniendo un impacto preocupante en las futuras generaciones, advirtió Karin Hulshof, directora regional de UNICEF para América Latina y el Caribe.

“En América Latina y el Caribe, uno de cada diez niños menores de cinco años sufre de retraso en el crecimiento. La desnutrición y el sobrepeso coexisten en la región, exacerbados por la alta exposición y vulnerabilidad a eventos climáticos en las comunidades más afectadas. Esta doble carga de malnutrición amenaza diariamente el desarrollo integral de la infancia”, señaló Hulshof.

“Las decisiones sobre acción climática deben priorizar el derecho a la alimentación y la nutrición de los niños, las mujeres y las familias”, agregó.

El colapso económico detrás de la crisis alimentaria

La crisis alimentaria en Venezuela es particularmente alarmante debido a que el país tuvo uno de los niveles de vida más altos de la región hace apenas unas décadas, impulsado por su entonces próspera industria petrolera.

Antes de que el expresidente Hugo Chávez iniciara la Revolución Bolivariana a principios de los años 2000, Venezuela producía cerca de tres millones de barriles de petróleo diarios, con planes de aumentar su producción a cinco millones para consolidarse como uno de los mayores exportadores del mundo, gracias a sus 300.000 millones de barriles en reservas de crudo.

Sin embargo, estos planes fueron descartados en los primeros años del socialismo chavista, y la mala gestión y la corrupción llevaron a que la producción petrolera cayera por debajo del millón de barriles diarios.

La crisis económica y la violencia han obligado a más de 7,7 millones de venezolanos a abandonar el país en busca de mejores condiciones de vida. Muchos han encontrado refugio en Colombia, Perú, Brasil, Chile y Estados Unidos, mientras la crisis humanitaria sigue profundizándose dentro de Venezuela.