Cientistas de Colombia descubren linaje humano desconocido a partir de ADN antiguo

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By Isabel Gutierrez

Un equipo de investigadores en Colombia identificó un linaje humano hasta ahora desconocido. El hallazgo se logró gracias a la secuenciación completa del ADN de restos arqueológicos de unos 6.000 años de antigüedad hallados en el altiplano cundiboyacense, cerca de Bogotá.

Los restos pertenecen a un grupo denominado Checua, llamado así por la zona de Nemocón donde fueron excavados en 1992. Aunque eran conocidos desde hace décadas, nunca se había completado un análisis genético integral.

“Al comparar con otros individuos de América, vimos que los del Periodo Precerámico de esta región tienen un linaje no reportado antes. Es un linaje nuevo”, explicó la doctora Andrea Casas, del Instituto de Genética de la Universidad Nacional.

Restos únicos y posibles orígenes

La investigación incluye fragmentos de unos 30 individuos y un cráneo casi intacto. De seis personas se obtuvo información genética suficiente para sumarlas al proyecto, que también reúne muestras excavadas entre 1987 y 2003.

A diferencia de otros restos hallados en la región, los Checua no comparten similitudes con poblaciones de Panamá. Esto sugiere que eran parte de una comunidad aislada, posiblemente de cazadores-recolectores nómadas. Según los expertos, el grupo pudo desaparecer por enfermedades, condiciones climáticas o falta de alimentos.

El cráneo estudiado destaca por su forma alargada, diferente a la de otras poblaciones de la meseta. Presenta además abscesos en la mandíbula superior, lo que indica que la persona pudo haber perdido dientes por infecciones.

El profesor José Vicente Rodríguez, antropólogo físico de la Universidad Nacional, señaló que la dieta de estas comunidades estuvo marcada por erupciones volcánicas. Dichos eventos dañaban los cultivos y obligaban a consumir raíces y tubérculos como la papa.

Aunque no se conocen descendientes directos, el hallazgo abre nuevas preguntas sobre la diversidad genética en América. “Trabajamos con los restos disponibles. Tal vez en unos años aparezcan otros y podamos entender mejor este linaje”, concluyó Casas.