Carta de la CIDH sobre brigadas médicas cubanas provoca tensiones en el Caribe y América Latina

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By Isabel Gutierrez

Una solicitud inusual por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha provocado malestar entre los países del Caribe y América Latina. El motivo: una carta que exige información detallada sobre la presencia y condiciones laborales de los médicos cubanos desplegados por todo el continente.

La carta, obtenida por Associated Press, fue enviada el 24 de mayo a los Estados miembros de la OEA. En ella, la CIDH pide explicaciones sobre posibles acuerdos con Cuba para recibir brigadas médicas, derechos laborales y sindicales de los profesionales involucrados, y registros de quejas laborales. El documento establece un plazo de 30 días para responder.

Aunque la Comisión aún no comentó oficialmente, el requerimiento coincide con recientes acciones del gobierno de Donald Trump. En febrero, el secretario de Estado Marco Rubio impuso restricciones de visa a funcionarios cubanos y extranjeros supuestamente vinculados a lo que calificó como “trabajo forzado” en las misiones médicas.

Francesca Emanuele, del Centro de Investigación Económica y Política de Washington, expresó su preocupación. “Es un movimiento sin precedentes y profundamente preocupante. Lo que está en juego es la soberanía de los Estados”, advirtió.

Cuba mantiene más de 22.000 médicos en más de 50 países, incluidos varios del Caribe. Muchos de estos estados dependen fuertemente de esta cooperación para mantener sus sistemas de salud operativos.

Líderes caribeños defienden el apoyo cubano y rechazan sanciones

El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, fue claro: “No hay violaciones de derechos humanos. Sin los cubanos, nuestro centro de diálisis cerraría”. Dijo que planteará el tema en la próxima reunión de la Organización de Estados del Caribe Oriental.

En Barbados, la primera ministra Mia Mottley respaldó las misiones médicas y afirmó que, si el costo por mantener esa cooperación es perder la visa estadounidense, “que así sea”. Una posición similar fue adoptada por el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, quien subrayó la soberanía de su país ante cualquier presión externa.

En respuesta a las críticas, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel denunció una campaña para bloquear la cooperación médica de la isla. Según él, el objetivo es doble: asfixiar económicamente a Cuba e intentar eliminar su modelo como ejemplo político e ideológico en la región.

Mientras tanto, Guyana anunció que revisará su sistema de contratación de médicos cubanos para alinearse con las normas internacionales. Sin embargo, no aclaró si la medida está relacionada con la amenaza de sanciones.

La región se encuentra dividida, pero una cosa queda clara: la carta de la CIDH agitó las aguas en un momento de alta sensibilidad política y sanitaria.