Zhi Dong Zhang, conocido como “Hermano Wang”, fue extraditado de Cuba a México y posteriormente a Estados Unidos. Está acusado de liderar una red internacional de tráfico de fentanilo y lavado de dinero.
La fuga y posterior captura de uno de los fugitivos más buscados del mundo parecen sacadas de una película. Zhang, ciudadano chino de 45 años, escapó de su arresto domiciliario en Ciudad de México abriendo un agujero en una pared. Luego, tomó un jet privado rumbo a Cuba con la intención de viajar a Rusia y evadir la extradición a Estados Unidos. Sin embargo, su plan terminó en fracaso.
De México a Cuba y de regreso a Estados Unidos
Zhi Dong Zhang fue arrestado originalmente en octubre de 2024 durante una operación conjunta entre las fuerzas mexicanas y estadounidenses. Acusado de dirigir un entramado global de tráfico de fentanilo y lavado de dinero, se le considera un vínculo clave entre los carteles mexicanos —como el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación (CJNG)— y empresas químicas en China que suministran precursores del opioide.
Después de un breve paso por una prisión de máxima seguridad, un juez le concedió arresto domiciliario, decisión que la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum calificó de “inaceptable”. Poco después, Zhang logró huir.
El fugitivo viajó en secreto a Cuba en julio de 2025 y trató de abordar un vuelo comercial hacia Moscú usando documentos falsos. Pero los agentes migratorios rusos descubrieron la irregularidad y lo deportaron de inmediato a La Habana, sin percatarse al principio de quién era. Cuando regresó a Cuba, las autoridades ya conocían su verdadera identidad.
Analistas de seguridad creen que los servicios de inteligencia cubanos lo interrogaron durante meses antes de entregarlo a México. De allí fue extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta cargos por narcotráfico y lavado de dinero.
Un golpe diplomático y político para tres países
El secretario mexicano de Seguridad, Omar Harfuch, agradeció al gobierno cubano por su cooperación, evitando así un nuevo escándalo como las fugas anteriores de capos mexicanos. Washington también celebró la extradición, considerándola un gesto de compromiso de México en la lucha contra el fentanilo.
“Brother Wang es un eslabón crucial entre los carteles mexicanos y las empresas químicas chinas”, explicó Mike Vigil, exagente de la DEA. Según él, Zhang también era responsable de convertir las ganancias del narcotráfico en criptomonedas.
Pese a su captura, expertos coinciden en que el impacto sobre el tráfico global será limitado. “Incluso cuando capturaron a El Chapo, el flujo de drogas no disminuyó”, señaló Vigil. “Los carteles siempre tienen a alguien listo para ocupar el lugar del jefe caído”.
Durante su primer año en el cargo, Donald Trump ha presionado a México para intensificar las acciones contra el fentanilo. El gobierno de Sheinbaum ha respondido con más incautaciones y extradiciones, reforzando la cooperación bilateral en seguridad.
Aun así, detener el flujo de precursores químicos desde China hacia América requerirá mucho más que la captura de un solo hombre.

