El gobierno argentino bajo la dirección de Javier Milei ha tomado decisiones significativas, comenzando con la eliminación de 3.155 empleados de la Administración Federal de Receita Pública (AFIP). Esta entidad será reemplazada por la nueva Agencia de Arrecadação e Controle Aduaneiro (ARCA), que funcionará con una estructura más simplificada.
La disolución de la AFIP es parte de una estrategia más amplia para reducir la burocracia, donde se estima que la eliminación de estos empleados representa un 15% de la plantilla actual. Esta acción se considera esencial para facilitar la libertad económica y comercial en Argentina. Además, se proyecta una reducción en los salarios de los altos funcionarios de esta nueva agencia, buscando también eliminar circuitos de corrupción.
Desde que asumió el cargo, Milei ha implementado diversas medidas de desregulación económica, como la reducción del número de ministerios de 18 a 8 y la eliminación de otros organismos estatales. Gracias a estas intervenciones, el gobierno ha conseguido registrar un superávit en sus cuentas públicas.
No obstante, la economía enfrenta desafíos significativos. A pesar de las reformas, Argentina experimenta una recesión económica grave, con una inflación que alcanzó el 209% en el último año y una tasa de pobreza que se aproxima al 52,9% de la población en el primer semestre de 2024. Estas condiciones plantean un gran reto para la administración mientras intenta equilibrar la economía nacional con la agenda de reformas.