Estados Unidos y México alcanzaron este lunes, 28, un acuerdo urgente para reforzar las medidas de control contra el gusano barrenador del Nuevo Mundo, una plaga peligrosa que afecta al ganado, la fauna silvestre e incluso a los humanos en casos extremos. El anuncio fue realizado por la secretaria de Agricultura de EE.UU., Brooke Rollins, durante una visita a una planta avícola en Ohio.
La funcionaria había enviado el sábado una carta al ministro mexicano de Agricultura, Julio Berdegué, advirtiendo que Estados Unidos restringiría las importaciones de ganado mexicano a partir del 30 de abril si no se intensificaban los esfuerzos para contener el brote. Aunque no se revelaron los detalles técnicos del acuerdo, Rollins aseguró que se logró “una buena resolución” tras dialogar directamente con su par mexicano.
El gusano barrenador es una plaga altamente destructiva. Sus larvas se introducen en la piel viva de los animales, provocando heridas graves que muchas veces resultan fatales. Por esa razón, el Departamento de Agricultura de EE.UU. considera su reintroducción como una amenaza directa al sistema agropecuario nacional.
El parásito fue erradicado en territorio estadounidense en 1966, y su reaparición generaría pérdidas millonarias.
México, por su parte, aseguró que ya venía reforzando sus estrategias sanitarias. La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó el lunes que su gobierno está tomando medidas adicionales para contener la plaga y evitar mayores repercusiones en el comercio binacional.
Estados Unidos importa más de un millón de cabezas de ganado al año desde México. Un bloqueo comercial, además de tensar la relación bilateral, agravaría el actual panorama de escasez de oferta en el mercado cárnico estadounidense. Debido a la sequía prolongada, muchos ganaderos en EE.UU. han enviado vacas al matadero en lugar de mantenerlas para reproducción, lo que redujo significativamente el número de animales disponibles.
Cabe recordar que entre noviembre y febrero, Washington ya había suspendido las importaciones mexicanas tras detectar casos de gusano barrenador. El reciente brote reavivó la preocupación entre los productores estadounidenses, especialmente en estados como Texas, Arizona y Nuevo México.
La Asociación Nacional de Ganaderos de EE.UU. expresó su respaldo al acuerdo, aunque advirtió que seguirá de cerca su implementación.
“El gusano barrenador es extremadamente dañino y podría costar millones a los productores si cruza nuestras fronteras”, declaró Buck Wehrbein, presidente del gremio y ganadero en Nebraska.
Con este nuevo compromiso bilateral, ambas naciones esperan evitar un conflicto comercial mayor y contener una amenaza que podría desestabilizar la producción ganadera en la región.