El Senado mexicano confirmó este miércoles a Ernestina Godoy como la nueva fiscal general del país. La votación ocurrió pocas horas después de que la presidenta Claudia Sheinbaum enviara la terna oficial al Congreso. Con ello, el gobierno consolidó un nombramiento clave para los próximos años.
Godoy fue respaldada por la mayoría de Morena y de sus aliados. Así, asumirá un mandato de nueve años y reemplazará a Alejandro Gertz Manero, quien renunció de manera inesperada la semana pasada. Además, la designación marca un momento importante para el nuevo gobierno, porque la fiscalía es una de las instituciones más influyentes en materia de seguridad y justicia.
Una aliada cercana y con amplia trayectoria
Godoy mantiene una relación política sólida con Sheinbaum desde hace años. De hecho, fue la fiscal de la Ciudad de México durante la gestión de la hoy presidenta. Después, tras la victoria electoral de 2024, pasó a desempeñarse como consejera jurídica del gobierno federal. Posteriormente, asumió como fiscal interina tras la salida de Gertz.
Su carrera también incluye periodos como legisladora y la fundación de organizaciones civiles dedicadas a temas de justicia. Por eso, su nombramiento era visto como el más probable dentro de la terna presentada por el Ejecutivo.
Durante la audiencia previa a la votación, Godoy reconoció que México enfrenta “desafíos históricos y nuevos riesgos derivados de la evolución del crimen”. Además, señaló que la calidad de la justicia “todavía no cumple con lo que el país necesita”.
Por eso, afirmó que su gestión buscará mejorar la confianza pública. “No vamos a fabricar culpables. No habrá persecución política y tampoco impunidad”, declaró.

