Un bombardeo de las fuerzas estadounidenses en el mar Caribe volvió a aumentar la tensión con Venezuela y provocó críticas internacionales.
Según medios norteamericanos, el ataque, ocurrido el jueves 16 de octubre, dejó sobrevivientes. Es la primera vez que sucede desde que el gobierno de Donald Trump inició ofensivas contra supuestos barcos de narcotráfico cerca de la costa venezolana. En las operaciones anteriores, todos los tripulantes habían muerto.
Primeros sobrevivientes tras una serie de ataques en el Caribe
Desde septiembre, Washington mantiene buques de guerra en la zona con el argumento de combatir el tráfico de drogas. En las últimas semanas, las fuerzas estadounidenses realizaron ataques que dejaron al menos 27 muertos. Sin embargo, fuentes citadas por CBS, CNN y NBC informaron que esta vez hubo varios sobrevivientes a bordo.
Hasta ahora, ni el Pentágono ni el gobierno venezolano se han pronunciado sobre el incidente ni sobre el estado de las personas rescatadas. Además, el hecho generó alarma en la región y un nuevo intercambio de acusaciones entre los dos gobiernos.
El expresidente Trump acusa a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, de tener vínculos con el narcotráfico. En declaraciones recientes, aseguró que evalúa “acciones militares terrestres” contra los carteles que, según él, operan desde Venezuela. También confirmó que autorizó operaciones de la CIA en el país. “Ahora estamos mirando hacia la tierra, porque el mar ya lo tenemos bajo control”, declaró.
Por su parte, Maduro respondió que esas acusaciones forman parte de un plan de Washington para impulsar un “cambio de régimen” en Venezuela y apoderarse de sus reservas de petróleo.
Caracas refuerza su presencia militar y crecen las críticas
Tras las amenazas, el gobierno venezolano reforzó la presencia militar en los estados fronterizos con Colombia. También desplegó tropas en las zonas costeras y comenzó a entrenar civiles en el uso de armas.
Entretanto, varios gobiernos y expertos en derecho internacional criticaron los ataques. Cuestionan su legalidad y exigen explicaciones, ya que Estados Unidos no ha presentado pruebas de que las embarcaciones atacadas estuvieran relacionadas con el narcotráfico.
Autoridades de Trinidad y Tobago investigan si dos de los fallecidos en bombardeos anteriores eran ciudadanos del país. Mientras tanto, el presidente colombiano, Gustavo Petro, pidió ante la ONU abrir un “proceso penal” contra Donald Trump, alegando que algunas víctimas podrían ser colombianas.
Finalmente, el incidente elevó aún más la tensión en el Caribe y reabrió el debate sobre el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos en América Latina. Este episodio muestra, además, el creciente riesgo de una confrontación diplomática más amplia en la región.