La inflación en Argentina habría aumentado en septiembre, impulsada por subas en tarifas reguladas y la incertidumbre previa a las elecciones legislativas. Sin embargo, el efecto de la volatilidad cambiaria fue limitado, según una encuesta de Reuters.
Expectativa ante los nuevos datos oficiales
El relevamiento, realizado entre el 8 y el 10 de octubre a 13 economistas, proyectó un incremento del 2,1% en el índice de precios al consumidor, frente al 1,9% registrado en agosto. El informe oficial se publicará el martes y será clave para evaluar el rumbo económico del gobierno de Javier Milei.
Los aumentos en electricidad, gas y agua lideraron el alza. Por otro lado, la depreciación del peso tras la victoria opositora en Buenos Aires tuvo un traspaso mínimo a los precios. La rápida recuperación de la moneda, luego del anuncio de apoyo financiero de Estados Unidos, ayudó a contener los efectos.
La inflación anual se ubicaría en torno al 31,8%, el nivel más bajo en más de siete años. Ese dato consolidaría uno de los principales logros de Milei en medio de un clima político tenso. En agosto, la tasa había alcanzado 33,6%.
El economista Alejandro Giacoia, de Econviews, sostuvo que “la inestabilidad cambiaria todavía no se reflejó en los precios al consumidor”. Según explicó, “el impacto podría sentirse más en octubre si el mercado espera un cambio en la política monetaria”.
Factores que inciden en la tendencia
Los analistas prevén que, tras las elecciones, el Gobierno deje de intervenir en el mercado de divisas para permitir una mayor flotación del peso. Aun así, la reciente intervención del Tesoro de Estados Unidos podría alterar ese escenario.
El enfriamiento económico también contribuye a moderar la inflación. Las tasas de interés elevadas, la caída del consumo y la apertura comercial redujeron la demanda interna. Además, la competencia de productos importados contuvo algunos precios.
Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, advirtió que la inflación “seguirá por encima del 2% en el corto plazo”. Destacó también que las variaciones del tipo de cambio “continuarán filtrándose lentamente en los precios”.
Con el calendario electoral en marcha y la economía bajo presión, el desafío de Milei será mantener la estabilidad financiera sin comprometer la recuperación del poder adquisitivo.