Banco Central de México señala recortes más moderados ante inflación persistente

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By Isabel Gutierrez

El Banco Central de México dio señales claras de que adoptará una postura más cautelosa en su ciclo de recortes de tasas de interés, según revelaron las minutas de su reunión de junio. Aunque la mayoría de los miembros de la junta apoyó el último recorte de 50 puntos base, el cuarto consecutivo, varios dejaron entrever que fue el último de esa magnitud.

La decisión refleja el complejo escenario económico que enfrenta el país: una inflación que sigue por encima del objetivo y un crecimiento estancado. Aunque la inflación general anual se desaceleró en junio a 4,32%, tras cuatro meses de aumentos, aún supera la meta de 3% establecida por el banco.

Peor aún, el índice de inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles, subió a 4,24%, el nivel más alto desde abril de 2024.

Según analistas de Actinver, la mayoría de los gobernadores considera que la debilidad de la economía abriría espacio para que la inflación converja gradualmente hacia el objetivo.

Un miembro de la junta afirmó que la política monetaria actual es “adecuada para enfrentar los riesgos inflacionarios”, pero que el camino futuro implicará una estrategia más gradual.

Otro integrante del directorio sugirió que los próximos ajustes sean “de menor magnitud”, atendiendo a la evolución del panorama inflacionario.

Desde inicios de 2024, Banxico ha recortado su tasa de referencia en 325 puntos base, incluyendo 200 puntos solo este año, buscando estimular la economía en medio de una desaceleración prolongada desde el pico inflacionario de 2022.

Alberto Ramos, jefe de investigaciones económicas para América Latina en Goldman Sachs, evaluó que la posición del banco se mantiene “moderadamente expansiva, pero con más cautela”.

Según él, esto reduce la probabilidad de que el próximo recorte en agosto supere los 25 puntos base.

Por su parte, el subgobernador Jonathan Heath, el único que votó por mantener la tasa en 8,50%, pidió prudencia. En su visión, esperar que la inflación disminuya solo por un “mayor nivel de holgura económica” es poco realista, ya que el estancamiento actual no se traduce en una recesión lo suficientemente profunda como para reducir la demanda agregada.

Las últimas proyecciones del banco central, publicadas en mayo, estiman un crecimiento de apenas 0,1% para 2025. Mientras tanto, analistas consultados a finales de junio prevén una expansión de solo 0,2% este año, lo que refuerza el dilema que enfrenta Banxico entre controlar la inflación y reanimar una economía débil.