Un tribunal alemán desestimó este miércoles la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya contra la empresa energética RWE, en un caso emblemático que buscaba responsabilizar a grandes emisores de carbono por los impactos del cambio climático en comunidades vulnerables.
La corte, ubicada en la ciudad de Hamm, consideró que el riesgo de daños para la vivienda de Lliuya era demasiado bajo para continuar con el proceso. Según los peritos, la probabilidad de que su hogar en Huaraz, Perú, se viera afectado por una inundación en los próximos 30 años era de apenas 1%. El juez Rolf Meyer señaló que, de haberse comprobado un efecto más significativo, RWE podría haber sido obligada a reducir sus emisiones o pagar una compensación.
Una demanda simbólica en la lucha por la justicia climática
Lliuya, un agricultor de 44 años que cultiva maíz, trigo, cebada y papas en las montañas andinas, no estuvo presente en la audiencia. Sin embargo, desde su ciudad natal, Huaraz, declaró a la prensa que, pese a la derrota, el caso representa un avance. “Queríamos sentar un precedente para hacer responsables a las empresas. No logramos todo, pero fue un gran paso adelante para otras demandas”, dijo.
La demanda, presentada hace casi una década, argumentaba que las emisiones históricas de RWE, que representaron aproximadamente el 0,5% de las emisiones globales de origen humano desde la Revolución Industrial, contribuyeron al derretimiento de los glaciares andinos y al aumento del riesgo de inundaciones en Huaraz. Según los cálculos de Lliuya, RWE debería asumir alrededor de 17.500 dólares de los 3,5 millones necesarios para construir defensas contra inundaciones en su región.
Un debate global entre el Norte y el Sur
El juez Meyer describió el caso como un reflejo de los conflictos globales entre el Norte rico y el Sur empobrecido. A pesar de la decisión, la abogada de Lliuya, Roda Verheyen, aseguró que el caso motivará nuevas acciones legales por parte de comunidades afectadas por la crisis climática.
Por su parte, RWE sostuvo que la decisión confirma que no se pueden convertir los tribunales en plataformas para demandas políticas de ONG. La compañía, que planea alcanzar la neutralidad climática en 2040, afirmó que el sector industrial alemán ha avanzado significativamente en la reducción de emisiones de CO₂ en comparación con otros países.
La organización Germanwatch, que respaldó la demanda, destacó que el fallo, aunque desfavorable, marca un avance al demostrar que es posible llevar a juicio a grandes emisores de carbono. “Lo que se discutió hoy abre la puerta para que otras personas afectadas por el cambio climático puedan presentar sus casos”, afirmó el investigador Noah Walker-Crawford, del Instituto Grantham de la London School of Economics.