El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, cumplió con sus promesas de campaña al firmar una serie de decretos relacionados con la inmigración, marcando el inicio de su nueva administración con medidas que endurecen el combate a la inmigración irregular. Entre los decretos, destaca el fin de la concesión de ciudadanía estadounidense a hijos de inmigrantes ilegales nacidos en el país.
Fin de la ciudadanía por derecho de nacimiento
Aunque el derecho a la ciudadanía por nacimiento está contemplado en la Constitución de los Estados Unidos, el gobierno de Trump anunció que no reconocerá automáticamente este derecho para hijos de inmigrantes en situación irregular. La medida es considerada una de las más controvertidas y podría enfrentar desafíos legales en los próximos meses.
Además del decreto sobre ciudadanía, Trump firmó una declaración de emergencia nacional en la frontera con México, lo que permite enviar recursos adicionales del Pentágono y fuerzas militares para acelerar la construcción del muro fronterizo. La acción también incluye la designación de los cárteles de drogas como organizaciones terroristas, reforzando el discurso del presidente sobre seguridad nacional.
“México probablemente no estará de acuerdo, pero debemos hacer lo que es justo”, declaró Trump durante una entrevista en el Despacho Oval. Enfatizó que la prioridad es detener por completo la entrada ilegal y deportar a millones de inmigrantes a sus países de origen.
Programa de Trump “quédate en méxico”
Como parte de las nuevas políticas, Trump reactivó el programa “Quédate en México”, que exige que los solicitantes de asilo permanezcan en territorio mexicano mientras se procesan sus solicitudes en Estados Unidos. La medida busca reducir la presión sobre el sistema de inmigración estadounidense, pero ha sido ampliamente criticada por organizaciones de derechos humanos.
Las acciones de Trump refuerzan su postura rígida sobre la inmigración, pero también generan debates legales y diplomáticos. La medida sobre la ciudadanía, en particular, probablemente enfrentará una fuerte oposición de grupos civiles y disputas legales, dado su posible conflicto con la Constitución.
Con estas decisiones, la administración Trump señala que la inmigración será una de las prioridades de su segundo mandato, manteniendo un tono de enfrentamiento tanto en cuestiones internas como en las relaciones con los países vecinos.