La líder opositora venezolana María Corina Machado apareció públicamente este jueves, por primera vez en meses, para unirse a las protestas contra el gobierno en Caracas. La oposición busca impedir que Nicolás Maduro asuma un tercer mandato de seis años tras unas elecciones presidenciales cuestionadas.
Machado, quien había permanecido en la clandestinidad desde agosto, llamó a sus seguidores a salir a las calles en todo el país para exigir la salida de Maduro del poder. La decisión de unirse a las protestas la expone al arresto, especialmente tras haber sido descalificada por el Tribunal Supremo de Justicia controlado por el oficialismo, que le prohibió postularse para las elecciones presidenciales de julio de 2024.
En su lugar, la coalición opositora presentó al diplomático retirado Edmundo González como candidato. Según datos publicados por la oposición, basados en actas de más del 85% de las máquinas de votación, González obtuvo el doble de votos que Maduro, contradiciendo los resultados anunciados por las autoridades electorales leales al gobierno.
Reacciones internacionales y protestas
El Centro Carter, con sede en Estados Unidos, calificó como legítimas las actas presentadas por la oposición. Sin embargo, la Asamblea Nacional, dominada por el partido socialista, planea juramentar a Maduro este viernes.
Las calles de Caracas amanecieron desiertas este jueves, con negocios, escuelas y oficinas gubernamentales cerrados por temor a la violencia. Aunque la convocatoria opositora atrajo menos manifestantes que en años anteriores, quienes asistieron bloquearon una avenida principal en un bastión opositor gritando “¡Libertad! ¡Libertad!”. Muchos portaban los colores de la bandera venezolana y rechazaron a Maduro, reconociendo a González como el presidente legítimo de Venezuela.
Clima de miedo y represión
El despliegue de fuerzas de seguridad, incluidos policías antimotines y soldados de la Guardia Nacional, reforzó el temor entre los venezolanos, quienes han presenciado repetidas detenciones de opositores desde las elecciones de julio. Según Miguel Contrera, un vendedor de empanadas, “hay menos gente porque hay miedo”.
A pesar del desafío representado por las protestas, el gobierno de Maduro sigue controlando las principales instituciones del país, complicando los esfuerzos de la oposición por cambiar el panorama político. Las próximas horas serán cruciales para determinar si las manifestaciones logran algún impacto en el futuro político de Venezuela.