Las políticas económicas del presidente argentino Javier Milei, conocidas como la “campaña de la motosierra”, han generado un impacto profundo en la población, especialmente en los sectores más vulnerables. Aunque el gobierno celebra avances económicos, como la reducción de la inflación y el crecimiento del PIB, las condiciones de vida de millones de argentinos se han deteriorado drásticamente en el último año.
Desde su llegada al poder, Milei ha implementado severos recortes en el gasto público, eliminando subsidios a la energía y el transporte, reduciendo salarios y despidiendo a decenas de miles de empleados públicos. Según datos oficiales, más del 53% de los argentinos vive en pobreza, el nivel más alto en dos décadas, mientras que el 18% está en situación de pobreza extrema.
En comunidades como Barrio Mugica y Villa Fiorito, los recortes han significado un aumento en la demanda de comedores comunitarios, la falta de acceso a servicios básicos y el incremento de alquileres. Personas como Laila Gómez, de 64 años, han tenido que reducir sus comidas diarias, mientras que familias como la de Jessica Tocomas enfrentan dificultades para conseguir trabajo en la construcción debido al fin de las obras públicas.
Recuperación económica y desigualdad
A pesar de los datos económicos que muestran una inflación mensual reducida al 2.7% en octubre y un crecimiento del PIB del 3.9% en el último trimestre, muchos argentinos señalan que los beneficios de estas medidas solo alcanzan a los sectores más ricos.
“El poder adquisitivo ha caído a niveles no vistos desde la crisis de 2001”, explicó Eduardo Donza, investigador de la Universidad Católica Argentina. Aunque la pobreza ha disminuido ligeramente en los últimos meses, se estima que la recuperación será lenta para los más afectados.
Críticas y reacciones
Las políticas de Milei han generado protestas en sectores como los jubilados, quienes han visto reducidos sus beneficios debido al veto de un aumento del 8% en pensiones y la eliminación de medicamentos gratuitos. “Todo es un caos total. Este gobierno no ayuda ni a los niños ni a los ancianos”, expresó Yolanda Vera, pensionista de 63 años.
Mientras tanto, el gobierno insiste en que la crisis está bajo control. “El período de dolor ha terminado”, declaró Milei a líderes empresariales el mes pasado, mientras su ministro Federico Sturzenegger prometió profundizar las reformas con una “motosierra más intensa”.
Opiniones divididas
Aunque las políticas han provocado un aumento de la pobreza y el descontento social, Milei mantiene el apoyo de casi el 47% de la población, según encuestas recientes. Analistas como Julio Montero sugieren que su retórica populista ha sido eficaz para culpar a administraciones anteriores de los problemas actuales y posicionarse como un “mesías” que representa al pueblo.
Sin embargo, críticos como Myriam Bregman, ex candidata presidencial, advierten que la oposición política no ha logrado desafiar efectivamente las políticas de Milei. “El problema no es solo Milei; es que la oposición no está haciendo nada para enfrentarlo”, afirmó.
En las calles, el descontento se refleja en mensajes pintados en paredes que piden: “Saca tu motosierra de nuestros derechos”. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención el desarrollo de esta crisis en un país marcado por décadas de inestabilidad económica.
Artículo inspirado en reportes de Reuters, AP y testimonios locales.