Estados Unidos ha puesto en marcha un programa diseñado para aumentar la producción de semiconductores en México, Costa Rica y Panamá, con posibilidades de expandirse hacia otros países de América.
El secretario de Estado, Antony Blinken, presentó la Iniciativa de Semiconductores del Hemisferio Occidental durante su discurso inaugural en la reunión plenaria del ministerio de la Asociación de las Américas en Washington. Esta iniciativa busca contrarrestar la influencia creciente de China en la región.
La iniciativa forma parte de un esfuerzo más amplio iniciado por el presidente Joe Biden durante la Cumbre de las Américas de 2022 en Los Ángeles. En ese momento, se consideró una estrategia para abordar la desigualdad económica, fomentar la integración regional y restaurar la confianza en la democracia al proporcionar oportunidades a los trabajadores.
Blinken afirmó que el programa es el resultado del Simposio de Fuerza Laboral en Semiconductores de la Asociación de las Américas, celebrado en Costa Rica en enero. Durante este evento, los líderes locales trabajaron en formas de permitir que la región desempeñe un papel más importante en la cadena de suministro global de esta tecnología crítica.
En sus palabras, “esta iniciativa potenciará la capacidad de los países para ensamblar, probar y empaquetar semiconductores”. Blinken añadió que hay una “oportunidad histórica” para ayudar a realizar las aspiraciones de la población y fortalecer la confianza en las democracias.
Apoyo y Desafíos
El subsecretario de Estados Unidos para el crecimiento económico, José Fernández, indicó que el Banco Interamericano de Desarrollo respaldará esta iniciativa junto con empresas privadas ya establecidas en la región. Sin embargo, Paul Triolo de Albright Stonebridge Group expresó su escepticismo sobre la viabilidad de los planes anunciados.
Triolo sugirió que la iniciativa probablemente se centrará en el empaquetado y la prueba, no en la fabricación de componentes, ya que “no es probable que grandes empresas deseen establecerse en estos países”. Además, mencionó que en Estados Unidos, incluso las empresas que han recibido apoyo bajo la Ley Chips están teniendo dificultades para construir instalaciones avanzadas.
Construir un ecosistema significativo de empaquetado en México, Panamá y Costa Rica puede ser complicado. Las condiciones de inversión, la falta de personal capacitado y el apoyo a largo plazo de Estados Unidos son factores a considerar.
Diversificación de la Producción
Washington está trabajando por diversificar sus socios y descentralizar la producción de chips avanzados, un mercado que actualmente está dominado en un 70% por Taiwán. Las inquietudes sobre la seguridad y las amenazas militares de Beijing han generado preocupación por posibles interrupciones en la cadena de suministro.
Costa Rica ha sido pionera en recibir inversiones en el sector de semiconductores. El año pasado, Intel anunció una inversión de hasta 1.2 mil millones de dólares para construir su única instalación de ensamblaje y prueba de chips en Occidente. Este proyecto contará con subsidios directos de la Ley de Chips y Ciencia, que destina 53 mil millones de dólares para fomentar la investigación y la fabricación de semiconductores.
Según la Casa Blanca, la estrategia busca “fortalecer la manufactura estadounidense, las cadenas de suministro y la seguridad nacional, así como invertir en investigación y desarrollo, ciencia y tecnología” para contrarrestar a China.
Subsecuente a la colaboración con Costa Rica, el Departamento de Estado anunció en julio de 2023 que estaba evaluando “el ecosistema actual de semiconductores de Panamá, su marco regulatorio y las necesidades de infraestructura” para colaborar en el desarrollo de este sector crítico. Un anuncio similar sobre México fue emitido en marzo.